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MUESTRA DE POESÍA CUBANA

Marie Rojas Tamayo

Cuba



ESE MUNDO
 

Hay un mundo que era mío:

A veces me vienen sus recuerdos.

No sé si en él era amada soberana,

Virgen, madre, curandera,

Adúltera apedreada,

Ladrón crucificado, dictador,

Tirano, mendigo, soldado, mercenario

O simplemente, un alguien anodino y gris

De cuyo paso no quedó memoria.

Pero tengo de ese mundo las visiones,

Sus olores,

Sus paisajes,

Los llantos y las glorias.

Conservo el color de sus ocasos,

El sonido de su viento

El olor de sus enredaderas.

Lo siento más mío que esta soledad en la que habito

Le temo menos que al vacío que me aguarda

Cuando cierro los párpados.

Y no sé si es pasado,

Locura,

Visiones del futuro

O mera invención de los sentidos,

Pero ansío volver a verlo,

Visitarlo

Aunque sea solo en sueños.

 

Marié Rojas Tamayo

 

OFERTA ESPECIAL

 ( aLivio )

 Se ofrecen ángeles

completamente gratis

en pomos de cristal

conservados en almíbar

frescos cascos dorados aterciopelados...

 

CAUTION:

No los exponga a la luz

no los agite antes de usarlos

cuidado con la fermentación.

 

Saltan las tapas de los envases

despliegan sus alas frente al crepúsculo

opacan el cielo del atardecer

se ocultan en las copas de los árboles

y en las noches

 

asaltan a los transeuntes

para devorarlos.

 

Enrique Pineda Barnet
 

APUNTE CÓSMICO

Todo es un ir hacia dentro

Bien adentro

Recoger el anillo y lanzarlo

No hay tiempo para más.

 

CONFESIÓN

 

Creo en milagro del poema

En los códigos ocultos de la sangre

En la nocturna semilla del miedo

El tiempo fluye en mi mente

Como un lenguaje interminable

 Arcaduz de signos

De un agua muy antigua

Escribo violento en mi interior

Las violencias de una música

Melodía de fuerzas y ternuras

Que se abren paso entre capas de cieno

El árbol de los deseos me pertenece

Árbol mecido en el que las frases son frutos y luz

Semillas y frutos

 

En la armadura verbal del silencio

Las ventanas son ideas

No existe la noche

 Sólo ansias de luz

Sus opalescencias y voces

Sólo la religión del texto como cuerpo

En la que oficio sumo y ardiente.

 

Rafael Acosta de Arriba

“Fractura del tiempo”. Ed. Letras Cubanas. Cortesía del autor.


TRÁNSITO
...escribo al alumbro de las Opera lulianas
 y de tu Transmigración, JK[1]; las que releo:
 « ...con los ojos atónitos del atónito...»
 J. G. A
 

Fuga del eros-tanatos que ciñe mis abarcas 

con filamentos de piel urgida

(túrdigas sesgadas al cárdeno pergal

¾púrpura que vibra en los cantiles

trasmutando diaminas en vitelos

al viso de la grava).

Delectación morosa del ouroboros doble:

génica lux: exilio

 ¾duelen, los regalos de Dios.

Mis óleos bermejos domestican resina de lentisco

para otro vástago, otro Silvio, otro Eneas, otro Llull:

Ánima; Analectas; Acertijo; Ábaco:

¾¿la cábala del nombre? Permutaciones:

la vis de los ungidos por la gracia que no se domestica.

(Hay dieciséis Árboles en el Bosque luliano;

pero son infinitos.) Bendito cauterio.

Ato mis desgarros con lo menos sutil.

Vuelta hilo almagre, mi hálito vence el laberinto

de la engastadura cosmológica.

La hogaza tibia del salvado me salva.

¾Cuadrivio salvador.

 


RECLUSIÓN
 

 La naturaleza y su música en esta soledad llena de encantos,

 Música del viento que acaricia a la hierba,

 Música del rocío en amaneceres grises,

de gorriones,

 del zún-zún besando los azahares,

 de árboles perennes,

 de lagartos asustadizos,

Música que me siento fruto,

mariposa entre el follaje ,

Música que me acerca a la génesis de quienes

 encaramos realidades perdidas,

 al pretender dar lucidez artificial y ruidos espeluznantes,

 y no saber escuchar la música que somos,

música naturaleza,

 música del todo.

 

Alina del Rosario Genó Peña
 

ESCRITURAS VISIBLES
 

La hermosa memoria de un día en el mar.

 

Figuras que sumerges

hacia un brazo de agua más tranquilo y limpio,

más intenso

que la imagen o la palabra fuego,

tantas veces igualada por ti a la idea de la libertad.

 

Es todo lo que puedes hacer.

 

Mira el dolor tatuado en la ceniza,

los escombros

de otras intensidades muertas por la congelación o el límite.

Demasiado esperabas de la vida.

Todo lo que puedes hacer es un lenguaje

iluminado por esencias

y por la belleza que ves en el conocimiento de las cosas.

 

No mentir otros miedos.

No fingir que tu silencio olvide

la significación y el peso de alguna antigua tradición.

 

Lo sabes, finalmente,

demasiado esperabas de la vida

y esto es todo lo que puedes hacer:

escrituras visibles,

de una inocencia desnuda y hechizante.

 

Más perdurables e intensas que la palabra fuego,

o tu idea, o cualquier imagen

que antes igualabas a la libertad.

 

Edel Morales

 

RELATIVA COMPLACENCIA DE LOS SECRETOS

 

Relativa complacencia de los secretos

Estos puentes alzados sobre la madrugada estos huecos

Los muros de piel de tigre y hojas recuperadas en la arena

Yo soy el bosque mi grito se sacia cuando los árboles

Destilan alcohol cuando en cada caverna hay un ángel

Bebiendo de tus dientes Mira en este cristal

Comprueba que no existes más allá de tus propios temores

Porque eso que ingieres no es el alimento sino el aire vacío

De las palabras Mira en este espejo

No te entristezcas al ver al suicida devorándote.

 

Norberto Marrero
Del Poemario “La Dicha Enferma”

 

II

 

Conozco un ángel nuevo, como un ángel

en los aires se mece, permanece

de pie sobre la luz. Su nombre es Alguien:

tiene en los ojos cierta extraña nieve...

 

Tiene ligero el cuerpo, a la medida

de toda tentación: la sombra, blanca

-como una puerta que a cruzar invita

pero, después, preguntará quién pasa...

 

Tengo la duda por saberle todo.

Sus fantasmas. Sus miedos. Los milagros.

Las preguntas. La música. El silencio.

 

Conozco un pájaro que no conozco.

Pero sé, a fin de cuentas, que es un pájaro

y canta en mí. Y su canto es el misterio.

 

Conozco un ángel nuevo, no se nombra...

 

Diusmel Machado
 
CUENTO DEL MAR
 

- Hazme un cuento, concha hermosa,

De un niño y de la mar

De una barca caprichosa

Con el casco de coral.

 

- En un barco, barquichuelo,

Va cruzando el ancho mar,

Un pequeño marinero

Que navega sin cesar.

 

Boga, boga, con empeño,

Por mil sendas de la mar,

Va a un país que vio en un sueño,

Donde todo es de cristal.

 

Donde danzan los reflejos

De las luces al brillar

Y los lagos son espejos

Que reflejan el danzar.

 

Vive un hada en una perla

Que su sueño ha de besar

Y en las crestas de las olas

El barquito ha de llegar.

 

- Linda concha nacarada,

Sabes cuentos de la mar,

De las perlas, de las hadas...

- Son los cuentos de agua y sal.

 

Josefina Díaz Entralgo

Del Poemario “Cascabeles”

 

VIII

Entre palmas reales no es fácil ocultarse;

lo saben los vivos y en carne propia lo viven los muertos,

pero vendrá el auxilio si pedimos lo que nos pertenecía desde el principio.

 

Job está de vuelta en casa, la respiración incumple el sueño

al margen de la recta vía, y sin necesidad de prodigio vuelve al sepulcro.

Job es una cesta donde los comejenes defecan.

Job es tu claridad esperando la noche para multiplicarse.

Job es esta espera entre calzadas en penumbras y molinos rotos.

 

Confundida quedó el ave con la cifra;

también entre guadañas brotan manzanos el justo día del loto.

Espantados sean nuestros nombres.

Boca arriba somos saciados de lodo fresco;

los cultivos ya le hacen sombra a Dios,

porque lo inesperado trabaja por el silencio de mañana.

 

IX
El azar es cosa del demonio, pero es el padre quien hace girar los dados;

como campanas sin badajo oscilarán las respuestas

hasta que el brillo de las serpientes regrese a los iconos.

El eco del pantano nunca miente, es el centro de todas las tiradas.

 

Destejido voy hacia la pirámide invertida y escucho un trazo inseguro

esbozando la primera línea de latitud sobre el fervor de las cartografías.

Nos rigen todavía las pequeñeces de Atenas y sus buhos

que atraviesan los velos desde el Estigia al Cauto sin creer en las formas.

La estación matriz no tiene nombre, ni lugar ni medida;

ha llegado el tiempo de restaurar los palomares del origen,

ya se sabe que la prisa destruye la eficacia de la ofrenda.

Bajo mis restos los ejércitos de Alejandro vuelven

y develan el mar de Hicarnia y las dos patrias del Sol.

Nada queda oculto, nada se pierde en el reflujo que nos conduce

de regreso al umbral; somos una mancha de peces huyendo del pelícano.

 

¿Dónde estás, alma de Dios, que te busco y te alejas?

Mis palmas se queman de sólo no tenerte.

¿Dónde hilas tu fruto, que haces girar para que no muera?

Yo sólo veo una masa dorada que ríe sin fatiga donde terminan las horas.

Dime dónde estás y sabré quién soy.

 

José Luis Fariñas

Del poemario “Breve introducción a la nada”, Beca de Creación 2002 de la Gaceta de Cuba y la revista Prometeo de Colombia

 

A UN VAGABUNDO

 

Al zapatero Pantaleón, ahora abandonado por todos.

 

El va por las calles

cargado de penas,

sin temores.

 

No le averguenzan

sus zapatos rotos.

No le importa que lo vean

en su desamparo.

 

Recoge del suelo

un periódico viejo:

lectura,

lecho,

sombrero.

Sólo piensa,

piensa

en lo que le falta...

 

La gente comenta

al verle pasar:

Caminando,

caminando

siempre está.

¿Cuántas cosas conoce?

¿Cuántos rostros ha visto?

¿Cuántos años ya vivió?

¿Tendrá hijos ese feo animal?

 

El los oye,

en silencio los oye.

Con sus ojos de perro triste

los mira,

calla,

llora,

y prosigue su caminar.

 

Ray Respall Rojas

 

Ilustración: Ray Respall Rojas

17 años

Estudiante de la Academia de Bellas Artes San Alejandro

Especialidad de Grabado.


[1] José Kozer

Este artculo tiene del autor.

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