El alicantino Joaquín Pérez Bartolomé, perito industrial, ingeniero técnico y textil y escritor a tiempo completo desde su jubilación ha presentado con éxito ´Deja que le viento hable´, una novela ambientada, en parte, en Ibiza que bebe de sus leyendas y de los personajes que ha ido conociendo a lo largo de los años y sus muchas visitas a la isla.

Editorial Club Universitario ha publicado su obra, que se presentó con éxito el pasado 13 de septiembre en la sala de cultura de El Corte Inglés de Alicante y que le encantaría presentar en Ibiza.

La novela cuenta la historia de cuatro jóvenes que, cansados de llevar una existencia rutinaria, deciden un día hacer borrón y cuenta nueva y embarcarse para realizar sus sueños. «El protagonista es un hombre, en el ecuador de su vida, que no ha encontrado el amor por más que lo ha buscado y solo conoce el sexo a través de meretrices», explica Pérez Bartolomé. La novela comienza en Ibiza donde estos cuatro personajes se juntan para buscar la felicidad y acaban viviendo aventuras y romance. «Esta búsqueda se combina en la novela con relatos y leyendas, muchas de ellas relacionadas con Ibiza», explica el escritor.

Pérez visita Ibiza desde los 60. Durante los primeros años en un pequeño velero de seis metros en compañía de un amigo. «Cuando llegamos nos dimos cuenta que aquí se vivía de una manera distinta y desde entonces no hemos faltado ni un año», asegura el escritor. Así, cada vez que tenían algo de tiempo libre se escapaban a la isla, conociendo en cada viaje un nuevo rincón, un nuevo personaje, «casi todos pescadores».

El Picota y Pep

Gracias a amigos como El Picota, un pescador de Cala Vedella, conocieron historias increíbles y se sorprendieron de la hospitalidad isleña. «Una noche llegamos sin más comida que un salchichón y un trozo de pan de una hogaza que estaba más seca que una suela. El Picota estaba limpiando pescado en la orilla del mar y, al ver el hambre que traíamos, nos invitó a cenar», recuerda. En Sant Antoni conoció a Pep, otro pescador que le contó algunas leyendas que coincidían con las que les había narrado El Picota.

Pero si hay un personaje que le marcó fue Claudio, un misterioso historiador italiano que ´peinaba´ la parte norte de s´Espalmador en busca de un tesoro. «Le vía pasar todos los días, ya que por aquel entonces me gustaba atracar en la isla», recuerda Pérez Bartolomé. «Al percatarse de mi presencia dejó de buscar, pero intenté hacer amistad con él y finalmente me tomó confianza. Me dijo que había leído mucho sobre Formentera y había descubierto que s´Espalmador escondía un tesoro que provenía de la guerra de los Sectorianos contra Pompeyo».

También le contó que el emperador Adriano visitó s´Espalmador con Antínoo cuando la pitonisa del Oráculo de Delfos le recomendó «curar su disfunción eréctil que sufría con su esposa Vibia Sabina bañándose en los barros de Ophiusa con un adolescente rubio». «Lo que se demostró así fue su homosexualidad. En el barro, frotándose el cuerpo junto al joven, se despertó su virilidad. Se enamoró del muchacho y se lo llevó a vivir con él», explica el escritor.

Reconoce que sus amigos de Ibiza como Josep Marí Ribas, Reiala, tienen mucha ´culpa´ de que se animase a publicar este libro porque gracias a ellos ha conocido muchas leyendas de la isla. «[Reiala] conoce muy bien la historia de Ibiza y es una persona encantadora, siempre que vengo me junto con él y otros amigos para charlar sobre estos temas», añade.

Las leyendas son leyendas, pero buena parte de la trama de la novela está basada en hechos reales, novelados, que ha vivido Pérez Bartolomé. Sus aventuras personales le han llevado por casi todas las islas del Mediterráneo pero no tiene reparos en afirmar que no hay «ninguna como Ibiza. «Los bosques de Ibiza no los tiene ni Santorini ni ninguna otra, que son peladas», dice. Pérez Bartolomé nunca viene a la isla en verano, aunque tiene casa, porque la prefiere en invierno o en primavera.

Casi expulsado de los Maristas

Su afición por la escritura le viene de joven. Ya estudiando con los Hermanos Maristas escribió una novela, ilustrada por otro compañero que después se hizo dibujante. «Un cura me la secuestró y me dijo que era un bodrio pornográfico. Casi me expulsan del colegio», recuerda. Su vocación quedó traumatizada por este hecho. Más tarde comenzó su afición por los campings y recorrió medio mundo en su caravana con su familia. Entonces inició su colaboración como escritor para las revistas del sector ´Panorama Caravaning´ y ´Pro Caravaning´. «Mandaba fotografías y explicaba las rutas más interesantes. Después fundé la revista ´Acampar´, que era gratuita pero la tuve que cerrar a los cuatro años porque fallaron los patrocinadores», explica. A los 62 años se jubiló y se dedicó a escribir.

El escritor está muy contento de la buena acogida de la novela en Alicante, donde se ha agotado y ha gustado a los libreros, asegura. Ya tiene otro libro a punto de salir a la luz ´Zapatos rojos´, una novela «que huye de los esquemas tradicionales de la narración» y que, según su autor «combina thriller, comedia negra y amor». También prepara otra que transcurrirá en Córcega o Cerdeña, siguiendo su pasión por el mar. «A quien le gusta escribir, no para», subraya.