Premios UNEAC en La Cabaña
Por Oduardo G. Fotos: Andrés Barca
En la Sala “Onelio Jorge Cardoso”, ubicada en una de las mazmorras de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, fueron presentados hoy, por Arturo Arango, los tres libros que fueron agraciados con el Premio UNEAC y que han visto la luz gracias a Ediciones Unión. A modo de apertura este importante narrador comentó acerca de la historia de estos premios, de su declive en cierta época, y de cómo ya ha comenzado a adquirir el relieve que merecen. Agregó que el hecho de que en esta edición hayan sido premiadas obras de VÃctor Fowler y Amado del Pino, escritores de peso y cuya obra alcanza una dimensión de privilegio en el panorama de las letras nacionales, y Souleen Dell'Amico, ganadora del Premio David 2000, es algo que confirma el despegue de este importante galardón.
Sobre el libro de esta joven narradora habanera, Cantos de sirena, Arturo Arango dijo que posee una agudeza y una tranquilidad que lo aleja de las obras de los escritores cuya juventud los compulsa a establecer rupturas debido a esa constante inquietud por renovar. Estos once cuentos breves están basados en anécdotas donde se advierten miserias humanas y que dan fe de la capacidad de su autora para modular, para contenerse.
Por su parte, al hablar de Penumbra en el noveno cuarto, texto teatral del multipremiado Amado del Pino, Arango se refirió a la particularidad de esta obra por la fuerza que el autor le imprime a un elemento tan importante y tan desechado por el arte y la literatura, al menos en Cuba, de un rasgo tan arraigado en nuestra cultura como el deporte. En el caso de Penumbra... coexisten dos polos: un pitcher en el declive de su carrera y por otro lado el universo de una parte perdida de nuestras ciudades: las posadas, escenarios ambos donde transcurre esta obra, que ha sido representada en la escena cubana. Arango se refirió a la sabidurÃa con que Amado trabaja esos personajes vÃvidos y los coloca en una suerte de encrucijada. Esta es una obra teatral que se puede leer como un cuento.
VÃctor Fowler, dijo Arango, es un polÃgrafo, y este premio en el género de poesÃa viene a confirmar la calidad de sus inicios como poeta. Los poemas que conforman El maquinista de Auschwitz son de una penetración profundamente humana, suerte de meditación acerca de la realidad de nuestro paÃs. En ellos emerge el Fowler ensayista, preocupado por nuestra realidad, y hay sutilezas de una gran intensidad.
Al final, Amado del Pino se refirió a que, en su obra, quiso plasmar el lenguaje de la calle, porque en él hay poesÃa, la poesÃa de los arrabales, de la pelota, de la mala palabra. Por su parte Fowler dijo que el Premio UNEAC sigue siendo su preferido, porque aunque en los demás la remuneración económica sea mucho mayor, en términos de calidad, el UNEAC es un premio monumental. |