Vivir
A Denis
Vivir aprende a diario el beso
con un aire y sus pájaros
donde ondula el deseo
hacia el frenético color sin rumbo.
El aromático jardín sin prisa
sobre la tierra virgen tal como inmensidad
libre, coronada de oníricos ojos.
Asombra vivir a latidos, copiar dichas
recuerda a lluvias
y a henchidas señales del amor
en frenesí, como reinos ciegos de alegría.
¡Qué invencible nos da la esperanza!
Porque sentir designa a ángeles
por cuidar la ilusión o a quien la mira
con la intención entregándose al amor sin precio,
como una fantasía valiente
frente a lo vacío,
a expensas de la amanecida.