Detrás de las pisadas
“(...) Que venga el que tiene sed, y el que quiere, que beba gratuitamente del agua de la vida (...)”.
Apocalipsis 22.21
una pisada rota en la ventana
la sombra oblicua de una pierna
un grito que es metal en la mirada y es insulto y es mancha y es herida
antes
otros pies caminaron otra senda
impuesta por otras voluntades
por bocas que eran tajo y eran filo
por leyes de papel y fantasía
detrás de la pisada
sigue habiendo en el tiempo
un olor nauseabundo a piedad
un árbitro de arena
tal vez
una esperanza.