Cuando mi perro Chito triste mira
en sus ojos refleja otra mirada,
cuando mueve su cola plateada,
dulcemente a mi ser amor inspira,
cuando echado a mis pies suave respira
medito en otra vida ya pasada
y siento como un alma enamorada
que otro cuerpo habitó por quien suspira.
Al mirarlo a mi lado tan constante
buscando mi amistad, la tan hermosa
amistad que yo busco sin consuelo,
pena me da que en un fatal instante
le sorprenda la muerte silenciosa
mordisqueando algún hueso por el suelo.