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La Palabra Viva de la escritora Hilda Hilst

Cristiane Grando

Brasil



 

 

 

 

 

 

 

 

“Te prometo, muerte,

La vida de un poeta. La mía:

Palabras vivas, fuego, fuente.”

Hilda Hilst, Da morte. Odes mínimas.

 

 

 

 

Por Cristiane Grando,

Publicada en la Revista Rocinante, Año VIII No 83 Septiembre de 2005.

 

 

Hilda Hilst es uno de los protagonistas fundamentales del paisaje literario brasileño y de lengua portuguesa del siglo XX.

 

Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer ideas, como escuchar música, como contemplar un paisaje, como salir a dar un paseo por la playa... estas palabras del escritor chileno Roberto Bolaño, sintonizan perfectamente con esta presentación de Hilda Hilst (1930-2004). Traducida al francés y al inglés desde la década del ‘70, al italiano y al alemán desde la década del ‘90 del siglo XX, la obra de la escritora brasileña Hilda Hilst ha seguido abriendo caminos en Chile. Prueba de eso es el interés de algunas editoras en publicar su obra traducida al español, además de las traducciones iniciadas el 2002 en CAMAC, Francia por el poeta Leo Lobos (Santiago 1966) y del texto firmado por el poeta Francisco Véjar (Valparaíso, 1967) - “Hilda Hilst (1930-2004): La poeta del erotismo” - publicado en “Revista de Libros” del diario El Mercurio del 6 de agosto de 2004: “La existencia de Hilda Hilst osciló entre el delirio, la soledad y el amor. Fue desenfadada y precoz para su época. [...] No es casual que se manifestara en público a favor de la libertad femenina, en el ámbito profesional, artístico, amoroso y erótico.”

 

Hilda Hilst es uno de los protagonistas fundamentales del paisaje literario brasileño y de lengua portuguesa del siglo XX. Con más de 40 libros escritos en verso, prosa poética, dramaturgia y crónica, publicados entre 1950 y 2000, Hilda Hilst es una poeta consciente de sus acciones y palabras, lúcida, culta, con fervoroso amor por la originalidad, toda su obra registra un intenso trabajo del lenguaje y de musicalidad, un imaginario poético donde cuestionamientos metafísicos se mezclan con sucesos de su cotidiano.

 

En 1983, cuando colaboraba regularmente con el diario Le Monde, el historiador de arte Jorge Coli escribió un texto sobre a actualidad de la literatura brasileña y sobre los escritores de mayor expresión del momento. Refiriéndose a la lectura del libro Da morte. Odes mínimas, concluye: “Se trata de la más alta poesía. Busqué otros libros del mismo autor: todos revelaban esa calidad intensa de los grandes escritores.”

 

 

Valiente, libre, apasionada por la vida, los seres humanos y los animales, Hilda Hilst toco sin pudor temas tabúes como la muerte, el sexo y Dios, con una franqueza pocas veces vista. A partir de 1966, Hilda Hilst decide vivir en la Casa do Sol, a 11 Km de Campinas - Estado de São Paulo, donde en la actualidad funciona la Institución Hilda Hilst. Innumerables artistas en las décadas del ‘70 y ‘80, entre ellos José Luís Mora Fuentes, Olga Bilenky y Caio Fernando Abreu, vivieron y crearon en este espacio donde tuve el privilegio de ser recibida varias veces por su sonrisa alegre y al mismo tiempo desenfadada e irónica, por ojos que aún guardaban trazos de la belleza deslumbrante de la juventud.

En ninguna de sus antologías Hilda Hilst incluye sus versos de principiante - Presságio (1950), Balada de Alzira (1955) y Balada do festival (1956). “No hablemos./ Y que las voluntades primeras / permanezcan / gigantes y sin forma / sin ningún camino / para el mundo de los hombres.” La escritora considera su mejor producción las obras publicadas a partir de Roteiro do silêncio (1959). “Nave / Ave / Molino / Y más todo seré / Para que sea leve / Mi paso / En vuestro camino.” (1960). Después de más de 20 años escribiendo poesía, produce ocho piezas de teatro entre 1967 y 1969. “... Hilda Hilst, en este año de 1967, interrumpe su producción poética, retomándola solo en 1974. Fueron siete años de silencio en poesía que corresponderán a una gran explosión creativa en forma de teatro y de novela, absolutamente originales”, afirma la catedrática de la Universidad de São Paulo la Dra. Nelly Novaes Coelho. Hilda Hilst se dedica a lo largo de algunos años enteramente a la dramaturgia: crea piezas de teatro con el deseo de comunicarse con urgencia, en un período en que se vivía en el Brasil la represión implantada por la dictadura militar. Publica en 1970 su primera obra en prosa: Fluxo-floema. Según la investigadora alemana Mechthild Blumberg (Universidad de Bremen), la prosa de Hilda Hilst se caracteriza por la “inquietud metafísica y la invención literaria”. Luego de una larga experiencia como poeta y una fase de intensa creación de textos dramáticos, sus primeros textos en prosa son compuestos con un lenguaje trabajado intensamente, con atención semejante al de la creación de poemas; novelista y poeta se juntan en una misma experiencia creativa.

Hilda Hilst retorna a la creación de poesía cuando escribe Júbilo, memória, noviciado da paixão (1974): “Ámame. Es tiempo aún. Interrógame./ Y yo te diré que nuestro tiempo es ahora. / Espléndida avidez, basta ventura / Porque es más vasto el sueño que elabora // Hace tanto tiempo su propia tesitura.” En este momento, la escritora escribe textos que conquistaran el valor de verdaderas obras-primas: no abandonará la escritura de poesía y de prosa hasta el final de la década de 1990. Publica en prosa: Ficções (1977), Tu não te moves de ti (1980) y A obscena senhora D (1982); y en versos: Cantares de perda e predileção (1983) y Poemas malditos, gozosos e devotos (1984), Sobre a tua grande face (1986), Amavisse (1989), Alcoólicas (1990), Do desejo (1992) y Cantares do sem nome e de partidas (1995): “Que las barcazas del Tiempo me devuelvan / La primitiva urna de palabras.” Algunas características de los últimos libros de Hilda Hilst son responsables por la riqueza en la combinación de sonidos y palabras: estrofas irregulares; uso de vocablos raros, de palabras y expresiones extranjeras; paralelismos complejos; densidad en el tratamiento de los temas relacionada a un ritmo creado por rimas imperfectas, rimas internas, versos libres, blancos y largos, además de pausas en medio de los versos. Desde los primeros hasta los últimos libros de poesía, Hilda Hilst va abandonando formas simples y abriendo un espacio cada vez mayor para estructuras complejas. Observando toda su trayectoria, se nota que en prácticamente todos sus poemas encontramos algunos puntos en común: la letra mayúscula en el inicio de todos los versos, la ausencia de títulos y la numeración de los poemas.

 

En la contraportada de su libro Amavisse (1989), Hilda Hilst anuncia un “adiós a la literatura seria” y desarrolla una escritura erótica: O caderno rosa de Lori Lamby (1990), Contos grotescos/Textos d'escárnio (1990) y Cartas de um sedutor (1991) en prosa, y los poemas satíricos de Bufólicas (1992). La escritora apenas llevó al extremo un tipo de lenguaje que ya frecuentaba su obra, dejando claro su proyecto de conseguir un número mayor de lectores. Solo más tarde, con la reedición de sus Obras Reunidas por la Editorial Globo, la escritora se sintió satisfecha con la cantidad de lectores. En 1990, el éxito fue conseguido por la vía del escándalo; la escritora chocó con gran parte del público por lo escrito en estos libros, especialmente en O caderno rosa. La transgresión es considerada por Georges Bataille, en su obra L'érotisme, como una experiencia extremamente necesaria para el ser humano. Para Bataille, y para Hilda Hilst también, la transgresión no es la negación de lo interdicto: ella lo ultrapasa y lo completa.

 

 

Los manuscritos de Hilda Hilst, adquiridos por la Universidad Estadual de Campinas en 1995 y 2003 están archivados en el Centro de Documentación Cultural “Alexandre Eulalio” (CEDAE) del Instituto de Estudios del Lenguaje (IEL-UNICAMP), donde he tenido la oportunidad de analizarlos desde el punto de vista de la crítica genética, campo de la teoría literaria que se dedica a la interpretación de los procesos creativos de escritores a partir del estudio de sus manuscritos. La crítica genética es desarrollada en Francia desde la década del ‘60 y fue introducida en Brasil el año 1985 por el Prof. Dr. Philippe Willemart (Universidad de São Paulo - USP).

 

Leer a Hilda Hilst es como sumergirse en un universo literario complejo y laberíntico. Es una experiencia semejante a la lectura de un palíndromo: su obra, para ser comprendida, exige un ir y venir - leer del inicio al fin en un primer momento, pero principalmente releer, desde el final hasta el comienzo, buscando comprender ciertas imágenes y temas, en un trabajo de atar cabos de un texto y al mismo tiempo de varios otros - de la propia Hilda y de la tradición literaria universal. Leer Hilda Hilst significa entrar en contacto con la dinámica de la vida, con la complejidad humana y del propio texto, en una combinación refinada de sonidos, palabras e imágenes: “No me busques ahí / Donde los vivos visitan / A los llamados muertos./ Búscame / Dentro de las grandes aguas / En las plazas / En el fuego corazón / Entre caballos, perros, / En los arrozales, en el arroyo / O junto a los pájaros / O en el reflejo / De otro alguien, / Subiendo un duro camino // Piedra, semilla, sal / Pasos de la vida. Búscame ahí./ Viva.”

 

 

Sitio oficial de Hilda Hilst: http://www.hildahilst.cjb.net

P.-S.

Fotografías de Hilda Hilst Centro de Documentación Cultural “Alexandre Eulalio” (CEDAE) del Instituto de Estudios del Lenguaje (IEL-UNICAMP).

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