Atraviesa el río tierra vallisoletana
pasa Valbuena, Pastrana y Aranda de Duero
dándole vida a bosques de chopos y badiana
alimentando sus raices con su reguero.
De sol a sol trabaja el incansable labriego
con sus aperos de labranza lucha, y se afana
transformando sus viñas en Ribera de Duero
el mayor orgullo de esta tierra castellana
aún esta lejos de su desembocadura
y en bastantes tramos sigue siendo navegable
por su gran caudal de aguas ensombradas y puras
por la hechura de su cauce hondo y estable
se acerca su final; el Océano Atlántico
ya se despide de su última ciudad: Oporto
deja atrás su estela y caracter romántico
es un definitivo adios que no soporto.