En cada una de las narraciones de su ùltima producciòn literaria "Àngeles Rebeldes", la reconocida escritora hondureña, Leticia de Oyuela, da significaciòn a la presencia de los arcà ngeles màs destacados...
En cada una de las narraciones de su ùltima producciòn literaria "Àngeles rebeldes", la reconocida escritora hondureña Leticia de Oyuela, da significaciòn a la presencia de los arcà ngeles mas destacados en las huestes celestiales, los personifica como parte de la magia que reina en una infinidad de momentos vivìdos a lo largo de nuestra historia, da color y viveza a la compleja y a la vez sencilla conviviencia de aquellos ancestros que dieron inicio a "La senda del mestizaje" en nuestro pais.
Es de admirar el estilo "angelical" con que Leticia de Oyuela da movimiento a una panorà mica que se graba en nuestras mentes, mientras se da seguimiento a cada uno de sus escritos, las hojas de aquellos frondosos à rboles en las antiguas haciendas se mueven al compà z del fresco viento de sus palabras, se puede apreciar el afanoso despliegue de trabajadores en los establos y corrales atestados de estiercol en plena actividad de ordeño, todo esto forma parte del ingenio y su habilidad para conducirnos por cada trecho del cercano pasado.
Los à ngeles en menciòn revolotean en nuestra mente, los sentimos en cada acto realizado o por materializar cuando enfrentamos nuestros limites entre lo fà cil y lo complicado o cuando mostramos inhibiciones ante los retos en la cotidianeidad. Sin duda que estas reflexiones son la imagen y semejanza de ese pensamiento que da rienda suelta al deciframiento de eventos poco advertidos en los anales històricos.
Notoriamente, Leticia de Oyuela, tiene una inmensa gratitùd con el "à ngel" que le proporcionò las ilustraciones en pintura para sustentar su afincado deseo de proyectar su obra. Maria Pilar Leciñena de origen español utilizò su don interno para digitalizar y tallar en el retablo mayor de la iglesia Los Dolores al mismo arcà ngel que diò tantos tumbos al pintor guatemalteco, Josè Miguel Gòmes y que lo mantuvo en una dimensiòn desconocida debido a su indecisiòn.
Su "à ngel" se mueve sobre esta serie de relatos que despiertan el interèz por conocer el sentimiento que anida en la vida de cada miembro de una sociedad propia de la realeza que se deslizò sobre las frìas aguas de nuestro mar, y otra que sufriò durante años el yugo de la esclavitùd. En la actualidad, la sociedad hondureña se debate en una profunda polarizaciòn en su estilo y condiciòn de vida, las separaciòn entre estrà tos se remarca en una forma abismal, la angustia hace presa diariamentes de cada ciudadano ante el constante abuso de parte de quienes se "apoderan del poder" .
Cuantos hondureños(as) en nuestros dias no se enfrentan a situaciones parecidas a las que vivìan las gemèlas Herrera, principalmente Maria del Refugio, quien durante años permaneciò sumìsa a la ingratitùd clasista de su tiempo, hasta que en el momento menos esperado se cansò de vivìr presa de sì misma, con un sentimiento ajeno a su propia voluntad. Hoy ese ejemplo, ese "à ngel cautivo" toma cuerpo, se personifìca en forma colectiva con la represiòn que sufren las mayorias por parte de las clases poderosas que determinan el estilo y la calidad de vida que los debiles deben llevar.
Por estas razones soy del criterio que Leticia de Oyuela, deja en libertad ese "ente celestial" mediante una serie de narraciones sobre diversos tòpicos que atañen a la realidad nacional, es una poligrafa que resalta este tipo de aspectos que como ella dice son ignorados por los estudiosos de nuestro tiempo. Le deseo recuperaciòn de su estado de salud.
Alex Espinal
Periodista