Violencia en Argentina (XXXIII):
El festÃn de los desaforados
Hace poco argumentaba en este espacio que el barril de pólvora que habÃa construido el Gobierno ya tenÃa mecha y sólo restaba esperar que alguien la encendiera. También, aludiendo al tiempo que faltaba para las elecciones de octubre, que «los piqueteros se esforzarán los próximos dos meses. Sabemos que si el Gobierno no toma las riendas instaurarán el caos. Los rehenes, una vez más, serán los contribuyentes (...) El Gobierno sigue incumpliendo su deber primero» (cfr. Todos los piqueteros del Presidente. Castellanos, 26/08/05). Un año antes habÃa planteado el tema en El huevo de la serpiente (Hoy y Mañana, agosto de 2004).
Curiosamente fue el mismo Gobierno quien acercó la llama, y grupos violentos, siempre dispuestos a la conflagración por el gusto de intimidar y generar caos, quienes la avivaron con sus soplidos antidemocráticos. Los indicios ya estaban, explÃcitos, para quien quisiera verlos: la toma de la comisarÃa 24 de La Boca (26/06/2004), la destrucción de la legislatura porteña (16/07/2004), el accionar inescrupuloso de piqueteros coaccionando a empresas privadas ante la abulia o el incentivo del Gobierno (Shell, 10/03/05), la usurpación del espacio público como si se tratara de un espacio privado (Plaza de Mayo, 15 al 19/08/05, y 09/09/05), el desprecio generalizado del Gobierno por cualquier forma de pensar diferente o cualquier propuesta de dialogar y debatir temas de importancia. Ahora se llegó a la estación de Haedo y la Cumbre de las Américas. ¿Cuál es el próximo objetivo?
La SIDE en la campaña
El caso de la legislatura transparentó el nuevo tenor de la protesta, porque se protestó contra una ley de la democracia (el código de convivencia), y porque entre los vándalos no habÃa sólo piqueteros, sino infiltrados de ultra izquierda. En ese momento el diputado socialista Héctor Polino manifestó que estos hechos «terminan siendo funcionales a la derecha» (La Nación, 17/07/04, p. 8). El llamado de alerta, no obstante, pasó desapercibido. Si bien hubo un acto reflejo, no racional, por parte del Gobierno, todo quedó en agua de cerrajas y la violencia no sólo mantuvo su cuota desestabilizadora sino que fue creciendo paulatinamente, alimentándose en los meandros del sistema y creando una estructura parasitaria que abreva tanto en el Gobierno (su coqueteo con piqueteros “oficialistas” y su descrédito a los otros) como en la ciudadanÃa (el hastÃo por la incomodidad de los servicios públicos, el abuso estatal, el hartazgo por la indiferencia gubernamental por los verdaderos portadores del poder, que sólo lo delegan en los funcionarios).
¿Hace inteligencia el Gobierno? ¿Nadie supo entrever lo que se estaba preparando y que sólo bastaba el pretexto permisivo de las autoridades y el desaliento de la población para desencadenar la violencia? ¿La SIDE se mudó, Ãntegra, a Mar del Plata? ¿Ya nadie gobierna en Argentina porque de pronto todo fue “cumbre” y “anticumbre”? La estructuración sobre la base de opuestos es viable en ciertos casos, pero no en todos. La sociedad es algo más profundo y más complejo que la dicotomÃa blanco o negro, que parece ser lo que al Gobierno le simpatiza. La sociedad se expresa desde los grises, y es un error no verlos y, fundamentalmente, no prevenirlos. Máxime cuando hay un organismo que está especÃficamente diseñado para ello.
La SIDE, en cambio, habrÃa trabajado para organizar la denuncia (infundada) contra Enrique Olivera y asà restarle puntos al ARI antes de las elecciones. Un alumno del Instituto de formación del partido en el barrio de Congreso habrÃa sido un infiltrado de la SIDE. Todo es posible, habida cuenta de que uno de sus hombres fuertes, Antonio “Jaime” Stiusso, de quien oportunamente se habló cuando Gustavo Béliz enseñó su foto en cámara (cfr. La cultura de la duda. Castellanos, 27/08/2004), fue el encargado de filmar clandestinamente al juez Oyarbide en Spartacus. Stiusso sigue trabajando en la SIDE. ¿Trabajará ahora el organismo por el paÃs o seguirá sirviendo a la facción de turno? Los intereses de un sector, como la campaña del Gobierno para sus propios candidatos, no son necesariamente los intereses de la sociedad. Los recursos que recibe la SIDE son para el paÃs, no para Kirchner. El manto de duda también se extiende sobre el banco HSBC, que demoró cinco dÃas para responder que Olivera no tenÃa cuenta alguna allÃ, cuando podrÃa haberlo hecho «en dos horas» (cfr. revista Noticias, 05/11/05, p. 33).
¿Asociación libre?
Como señaló Jorge Rosales, Haedo fue la oportunidad que esperaban los violentos (cfr. La Nación, 02/11/05, tapa y p. 19), y se constituyó, asÃ, en el festÃn de los desaforados. Caso curioso de paratexto e imperio del posmodernismo, esta tapa de La Nación presentó sólo dos notas: a la frase de George W. Bush, esgrimida como tÃtulo («Estoy feliz de ayudar a la Argentina»), se la acompañó con las fotos de la barbarie y la polÃtica con los trenes en llamas, los saqueos a las máquinas expendedoras de boletos, la policÃa secuestrando estopa que presumiblemente fue utilizada para generar los incendios, y el inefable ministro del Interior, AnÃbal Fernández, con cara de sorpresa asegurando que «fue un hecho armado», como si ello le restara veracidad al desastre y exculpara al Gobierno de su deber como garante de la seguridad.
La unificación de ambas noticias en el mismo espacio de tapa suscita una sonrisa suspicaz: ¿la ayuda de Estados Unidos se equipara a los incendios? ¿O Bush aludió, sin saber lo que aquà ocurrÃa, a que su Gobierno es una especie de dotación de bomberos, siempre lista para actuar en cualquier incendio y en cualquier latitud? De ser esto último, en Estados Unidos ya se habrÃa alcanzado la oscura fantasÃa que imaginó Bradbury en Fahrenheit 451, con bomberos que usan lanzallamas para quemar los libros. Al fin de cuentas en Irak sobran muertos e incendios, y el mismo Bush ha comenzado a temer que la retirada será más costosa en orgullo, vidas y dinero, que la invasión.
Rosales también dejó entrever una sospecha inquietante: que en Haedo hayan estado involucrados miembros del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Su lÃder y ex jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Enrique Gorriarán Merlo, preso por intentar copar el regimiento de La Tablada en 1989, fue indultado por Carlos Menem y se postuló sin éxito en las últimas elecciones legislativas.
La “mejor policÃa del mundo” demoró más de cuatro horas en intervenir en Haedo. El pretexto fue que los efectivos estaban en Mar del Plata. ¿Por qué entonces la policÃa allà también demoró tanto en actuar y evitar mayores desmanes? La violencia callejera demuestra que el Gobierno no puede o no quiere gobernar.
Los idiotas útiles
El ser humano es un animal que, a diferencia de otros animales considerados menos inteligentes, no aprende. Diego Maradona, Miguel Bonasso, el diputado oficialista Luis D’ElÃa, el Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel, y un cúmulo variopinto de ideologÃas e intereses varios viajó en el tren del ALBA (aludiendo a la propuesta de Hugo Chávez). Pero por los trascendidos más bien pareció el tren del circo, en donde los payasos, poco graciosos, no usaron albayalde.
Maradona explicó que lo suyo no es polÃtica (¿?) sino una reacción ante la visita de George W. Bush. Recordemos que votó la reelección de Menem argumentando que lo hacÃa «porque le mataron un hijo». El jueves almorzó con Mirtha Legrand y pontificó que Castro no deja salir a la doctora Hilda Molina de Cuba porque «no dio garantÃas de que regresarÃa». ¿Desde cuándo un ciudadano que no está acusado de delito alguno debe garantizar su retorno? ¿Hay algo más triste que ciertas explicaciones? Maradona despotrica contra Estados Unidos, pero festeja Halloween en su programa de Canal 13. Allà transmitió una entrevista con Fidel Castro, en donde alabó, una vez más, al viejo dictador. Caso curioso de poca o nula memoria, Canal 13 fue fundado por Goar Mestre, quien debió huir de Cuba en 1960, cuando Castro expropió sus bienes.
Bonasso, quien habÃa asegurado que la contracumbre serÃa pacÃfica, ante los destrozos en Mar del Plata dijo que fueron realizados por «inadaptados, imbéciles y perversos manejados por intereses oscuros» (cfr. ClarÃn, 06/11/05, p. 12). ¿Dudaba Bonasso de lo que ocurrirÃa? ¿El tren que utilizó no avaló, en cierta medida, el clima adverso a la Cumbre? Quebracho reivindicó la violencia, justificó el destrozo contra los locales de origen estadounidense pero lamentó los daños provocados a otros comercios. El cinismo es coyuntural. Y la inopia del Gobierno, proverbial. ¿La SIDE no ha investigado al grupo? ¿Quién lo solventa y ampara de la justicia? ¿Seguirá provocando y jactándose de sus desmanes? ¿Comprenderán los vándalos que el destrozo en nada afecta a Bush y sÃ, en cambio, a los comerciantes argentinos? Es triste ver que la Historia nada les ha enseñado, y que para llamar la atención actúan como infantes ante la golosina o el juguete negado. Parafraseando a Shakespeare, hay mucho ego y pocas nueces en estos muchachos.
Desorbitado como de costumbre, Hugo Chávez anunció la “muerte” del ALCA antes de iniciarse la cumbre. La realidad demostró que el ALCA sigue vivo, que lo apoyan 30 paÃses y que, como dijo el Presidente de México, Vicente Fox, llegado el caso «puede prescindir del Mercosur». Una declaración que deberÃa ser atendida por Kirchner. Brasil también reniega del ALCA, pero fue más polÃtico. Cuando Bush lo visitó, luego de Mar del Plata, lo elogió como el paÃs de punta en Sudamérica. Una vez más Argentina fue relegada. Es cierto que el ALCA requiere modificaciones que equiparen el intercambio entre los paÃses, pero es igualmente cierto que la polÃtica exterior Argentina oscila sin una visión estructural, coherente y prescindente de los Gobiernos. Es algo que todavÃa nos debemos. Kirchner mostró nuevamente su perfil desaforado, de dÃscolo sin causa. Molesto por las crÃticas de Fox por su papel como anfitrión en la Cumbre, le retrucó «que se ocupe de México, porque a mà me votaron los argentinos y yo me voy a ocupar de los argentinos». ¿Cuándo comenzará a hacerlo?
© Carlos O. Antognazzi
Escritor.
Santo Tomé, noviembre de 2005.
Publicado en el diario “Castellanos” (Rafaela, Santa Fe, República Argentina) el 11/11/2005. Copyright: Carlos O. Antognazzi, 2005. Publicado en el periódico “El Santotomesino” (Santo Tomé, Santa Fe) de noviembre de 2005.