Hay artistas y deportistas que para esquivar a la Hacienda española residen en otros paÃses con la excusa de que gran parte de sus ingresos los obtienen en el extranjero y deberÃan tributar el doble. Hasta cierto punto es razonable y cualquiera dirÃa que en sus circunstancias todos harÃamos lo mismo. Lo que no me parece bien es que, como se ha descubierto en el caso de Julio Iglesias, se venga a España sólo para sacar la pasta gansa, se presuma de español, se digan unas gracias, se visite al presidente del gobierno de turno porque es importante mantener buenas relaciones al más alto nivel por si las moscas y luego se camuflen más de seiscientos millones de pesetas vÃa empresas situadas en paraÃsos fiscales, creadas ex profeso para engañar a la Hacienda de su propio paÃs. Por cierto, este caso de supuesta corrupción sucedió con un contrato de la Comunidad Valenciana con el cantante, cuando Zaplana era presidente de la Generalitat, que tanto cacarea contra la corrupción socialista. Que aclare este caso cuanto antes, si puede. Porque es fácil predicar y no dar trigo.
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