Los cargos presentados hoy contra otro humorista más por “difamar la religión” forman parte de otra alarmante escalada de arrestos y hostigamientos judiciales por motivos políticos, ha dicho Amnistía Internacional.

En las dos últimas semanas, hasta 33 personas se han visto afectadas con detenciones y cargos por la creciente campaña represiva contra la libertad de expresión.

Contra algunas de ellas se han presentado cargos penales al parecer falsos o de motivación política. Otras han sido acusadas de “insultar al presidente” o “difamar la religión” por actos que no deberían ser penalizados, pues no son más que el resultado del ejercicio pacífico de la libertad de expresión.

“Estamos viendo cómo se efectúan detenciones y se presentan cargos simplemente por contar un chiste. Se trata de una señal realmente alarmante de la creciente intolerancia del gobierno hacia cualquier tipo de crítica”, ha dicho Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“No hay indicios de que esta campaña de hostigamiento judicial vaya a terminar. El gobierno está redoblando realmente sus esfuerzos para acabar con la libertad de expresión.”

Entre los afectados se encuentran el humorista satírico político más famoso del país, Bassem Youssef, activistas de la oposición, blogueros y un destacado político de la oposición.

Hoy, el monologuista cómico Ali Qandil fue interrogado por la fiscalía, acusado de “difamar la religión” en el programa satírico de la televisión de Bassem Youssef. Qandil negó haber insultado al islam, subrayando que él se burlaba de la explotación de la religión, no de la religión en sí. El humorista quedó en libertad bajo fianza.

En algunos casos, los presuntos delitos se cometieron hace meses, incluso más de un año. La mayoría de los acusados han quedado en libertad bajo fianza, pero siguen bajo investigación.

“El gobierno trata de destruir la libertad de expresión, cuando debería proteger la disidencia pacífica y la participación política que lo llevó al poder”, ha dicho Ann Harrison.

Pliegos de cargos:

Bassem Youssef: Conocido como “el Jon Stewart de Egipto” y presentador del programa satírico “Al-Bernameg”.

Se entregó el 31 de marzo tras dictarse orden de arresto contra él y quedó en libertad bajo fianza de 15.000 libras egipcias.

Cargos: Diversos, entre ellos “insultar al presidente” y “difamación de la religión”. Su caso sigue investigándose.

Delito: En su programa se hacen frecuentes bromas sobre las autoridades egipcias y la explotación de la religión con fines políticos. La última fue sobre el birrete elegido por el presidente Morsi para recibir el título de doctor honoris causa en una universidad de Pakistán y sobre su escaso conocimiento del inglés. 

Ali Qandil: Monologuista cómico.

Se entregó el 3 de abril de 2013 tras dictarse orden de arresto contra él. Quedó en libertad bajo fianza tras ser interrogado.

Cargos: Difamación de la religión. Su caso sigue investigándose.

Delito: Qandil apareció en el programa de Bassem Youssef e hizo bromas sobre la forma en que algunas personas practican la religión en Egipto, poniendo como ejemplo la oración del viernes y la llamada a la oración.

Hamdi Al-Fakharany: Ex parlamentario y conocido político de la oposición de Mahalla.

Conocido por destapar casos de corrupción durante la época del ex presidente Hosni Mubarak y por sus enfrentamientos políticos con la Hermandad Musulmana, Hamdi Al-Fakharany fue detenido el 26 de marzo de 2013 y permaneció 36 horas en régimen de incomunicación. Quedó en libertad tras pagar una fianza de 50.000 libras egipcias.

Cargos: Incitar a la violencia contra la Hermandad Musulmana durante las protestas en conmemoración del segundo aniversario de la “Revolución del 25 de enero” en Mahalla, en las que los manifestantes criticaron al presidente y al partido gobernante.

Delito: Amnistía Internacional teme que los cargos presentados contra Al-Fakharany sean de motivación política, y no tiene noticias de que el ex parlamentario haya empleado ni propugnado la violencia. Además, Al-Fakharany denunció haber sido golpeado por partidarios del presidente durante las manifestaciones contra la Declaración Constitucional de noviembre de 2012, y esta denuncia no se ha investigado. 

Ahmed Anwar: Videobloguero

La policía fue a detenerlo a su casa el 17 de marzo de 2013. Será juzgado el 4 de mayo.

Cargos: “Insultar al Ministerio del Interior”

Delito: Colgar en la red un vídeo humorístico en el que unos policías –del “Ministerio de la Danza Árabe”– bailan y dan un premio a una actriz. El vídeo, colgado en su blog hace más de un año, en marzo de 2012, critica la impunidad por los abusos contra los derechos humanos y la brutalidad de la policía.

Activistas de El Cairo

Se han emprendido actuaciones judiciales contra 12 personas, cuya comparecencia ante los tribunales está prevista para el 9 de mayo de 2013. Entre los acusados figura el destacado activista y bloguero Alaa Abdel Fattah, su hermana Mona Seif Al Islam, promotora de la iniciativa “No a los tribunales militares” y Ahmed Abdallah, destacado activista del movimiento “Juventud del 6 de Abril”.

Cargos: Tienen relación con el incendio del cuartel general del ex candidato presidencial Ahmed Shafiq en mayo de 2012. Ahmed Shafiq ya ha retirado públicamente su denuncia por el incendio. Contra Alaa Abdel Fattah y otros cuatro activistas de la oposición también se han presentado cargos relacionados con las protestas en la sede de la Hermandad Musulmana en El Cairo, el 22 de marzo de 2013.

Delito: Amnistía Internacional teme que los cargos tengan motivación política por su activismo de oposición.

Activistas de Alejandría

La abogada y conocida activista de oposición Mahinour Masri es una de las 13 personas detenidas el 29 de marzo de 2013 en el marco de una sentada de abogados en una comisaría de Alejandría. Los detenidos quedaron en libertad al día siguiente, aunque siguen bajo investigación.

Cargos: Insultar a empleados públicos de servicio, insultar a funcionarios e intentar entrar por la fuerza en una comisaría. 

Delito: Amnistía Internacional considera que el arresto de Mahinour Masri y los cargos presentados contra ella son falsos y tienen motivación política por su activismo de oposición, su labor para dar a conocer violaciones de derechos humanos y su defensa de las víctimas.