Honduras: El Poder Ciudadano y la Niñez

Honduras: El Poder Ciudadano y la niñez

El termino Poder Ciudadano fue recientemente incorporado al ámbito político de nuestro país, una visión que atrapa los ideales de naciones hermanas que anhelan un mejor nivel de vida, entendido como una institución que incorpora a diferentes sectores de la sociedad en la defensa de sus propios derechos como seres humanos, el Poder Ciudadano, es una derivación del Ombudsman implementado inicialmente por Suecia para proteger a sus ciudadanos ante las constantes violaciones a los derechos individuales. En América Latina, en su recién aprobada Constitución Política de la Republica Bolivariana de Venezuela, también se plasma puntualmente esta doctrina que arrastra a países de la región centroamericana, tal es el caso de Nicaragua y ahora la hace suya el gobierno de Manuel Zelaya Rosales.
Sin duda que para los sectores conservadores es prácticamente una amenaza el solo pronunciar este termino, para el caso el Partido Nacional criticó férreamente este tema de campaña utilizado por el Partido Liberal en el proceso proselitista anterior, argumentando que fue uno de los pilares que sustentaron la revolución sandinista en Nicaragua y que tanto pregona el ex presidente de ese país Daniel Ortega, claro, lo que para los nacionalistas es un atentado a la "democracia", para los cheles o colorados es una oportunidad para devolver al pueblo su derecho a tomar decisiones.
En Honduras estamos ante una figura muy joven, un experimento si se puede decir, pero que de ser bien asimilada por los principales funcionarios, específicamente por los entes contralores del Estado, tomando en cuenta las recomendaciones de los sectores representativos de la sociedad, podríamos estar ante un comienzo aceptable.
Pero en mi país, Honduras, lo importante es, independientemente del tipo de plan que se utilice para gobernar, que se tomen decisiones urgentes en temas sensibles, en aspectos que siempre son presa de la indiferencia, de la irresponsabilidad de los políticos, tal es el caso de la niñez, que no solo ellos sufren - también los ancianitos-, sin embargo, es importante referirnos a nuestro niños en primera instancia, dada su condición de incidencia a corto plazo en la vida nacional, en tal sentido, estamos expectantes al compromiso del mandatario Mel Zelaya y de su esposa Xiomara de Zelaya, de fortalecer los programas encaminados a mejorar las condiciones en que se encuentra gran parte de los niños de nuestra patria.
Es impresionante ver la cantidad de menores que deambulan por la principales calles y avenidas de la capital- Tegucigalpa, todos andrajosos, pidiendo piadosamente un mendrugo de pan, se ubican cerca de los vitrales de los principales restaurantes haciendo musarañas para lograr la caridad de algún buen samaritano, se acercan a los peatones y les suplican- "déme un peso para comprar comida por favor", "mire que mi mamá esta enferma y quiero que me ayude”, o simplemente "tengo hambre".
Esas expresiones que vienen de lo profundo de las entrañas vacías de nuestros compatriotas son como latigazos para quienes quisieran ayudar, pero que sus condiciones son casi similares, caso contrario para quienes detentan el poder, que aún conociendo el clamor constante de los desposeídos no hacen nada por resolver o aliviar la pesadumbre de su desdicha.
Al menos ahora existe un compromiso para con la sociedad, un compromiso que tendrá que cumplirse y rendir sus frutos de acuerdo a la fuerza con que se pregona el tan traído y llevado lema del "Poder Ciudadano".

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