una palabra diera el día
cargara tus lágrimas la noche
y un rato después hubiera estrellas
como si explicaras a esa piedra
tu afición, tu nada
como si ahora justamente
un timbre fuera la campana
y un vaso Platón
y cada ola un vaso
como si cada poema
fuera
a la poesía
lo que cada jardín
es al desierto
como si el enemigo despertara
adentro muy adentro
hecho de abrazos
de plegarias
como si tal cosa o tal otra
y trajeras la pala del enano
fueras en paz con los vampiros
como si hubiera algo mejor
algo más justo
y separado
de la comparación, el Otro
el resultado
como si llamaran en medio de la soledad
y fueras, entusiasta
a otra soledad y a otra
como si comprendieras
y justo ahí
entonces
para siempre.