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SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS"

Respuesta al señor Valverde Mudarra

César Rubio Aracil

España



Yo soy mi propio dictador, porque no podría admitirme como tirano.

Señor Valverde Mudarra, con todos mis respetos: no. Ignoro lo que sucede en Venezuela, porque no he estado nunca en ese país, ni me fío de los medios de comunicación- el “mass media” que todo lo amaña para provecho del poder terrenal-. Sin embargo, siendo consciente de la barbarie cometida en Iberoamérica -de la que no podemos excluirnos los españoles-, de la insistente persecución a que ha estado y está sometido todo movimiento de izquierdas con el aval del Vaticano; del férreo e inmisericorde acorralamiento indígena -del que no deberíamos eximir a las franciscanas misiones apostólicas-, en todo momento sojuzgado por la brutalidad financiera; del expolio caciquil al campesinado y a las clases más humildes; de las atrocidades cometidas por los credos religiosos y políticos, fomentando la incultura para provecho de quienes todos sabemos y, en definitiva, por los genocidios y la pesadumbre de algunos irredentos pueblos de allende los mares, me sorprende que usted, a quien también he leído su artículo sobre el avance femenino, tilde al presidente Chávez de dictador. ¿Es un dictador quien ha obtenido el apoyo de las urnas? ¿No será que se ve obligado a cerrar filas ante el implacable acoso de la CIA, vergonzosa y encubiertamente auxiliada por los países ricos de Oriente y Occidente?

Señor Valverde, he quedado perplejo ante su contradictorio modo de pensar, lo mismo defendiendo a la mujer que, usando los epítetos más desfavorables, atacando al máximo dirigente venezolano, al tiempo que no he leído en su colaboración literaria ninguna referencia concreta al comportamiento político y humano del señor Bush. En cambio, cita en dos ocasiones a determinados jerarcas eclesiásticos para avalar sus asertos (los de usted, señor Valverde), sin tener en cuenta que la Iglesia Católica siempre, desde que puso los pies en el Nuevo Continente, ha actuado en estrecha connivencia con los tiranos (recuerde usted a Pinochet y al triunvirato argentino, por no citar a otros dictadores que gozaron del favor episcopal).

Hispanoamérica precisa con urgencia la revolución pacífica (“pacífica”, por parte de quienes pretenden cambiar lo que está mal desde hace siglos) que está en cierne. Indudablemente, la preparación cultural y política de los nuevos líderes deja bastante que desear. La actitud populista no es buena; pero, ¿qué pueden hacer quienes suplen sus escasos conocimientos por una voluntad romántica de la que carecen los intelectuales corruptos, y los que no lo son, por temor, silencian lo que deberían propalar a los cuatro vientos, en vez de someterse al arraigo de sus intereses? Dejemos que esos hombres nuevos hagan cosas. Sin acosarlos ni bendecirlos. Peor que lo han hecho la Iglesia Católica, los caciques y los dictadores, no es posible que lo hagan éstos. Pero, claro, ¿cómo permitir que sorprendan a las masas con acciones capaces de poner en evidencia los grandes intereses internacionales? ¿Ha pensado usted en lo que podría ser Cuba hoy si no hubiese sufrido el brutal bloqueo que soporta desde tantos años? Fidel Castro es dictador, no creo que por propia voluntad, sino porque ha sido arrastrado a ello. Sin embargo, estimo más ventajoso para los pueblos sometidos una dictadura de las características de Cuba, que una teocracia cubierta por el vistoso manto de la democracia. Al menos, dicho país caribeño pasa necesidad en nombre de su revolución, y no en nombre del Dios que tantísimo daño ha hecho a los humildes. Pero tenga usted en cuenta, señor Valverde, que no estoy hablando de mi Dios, el cósmico, sino del otro, el antropomorfo, báculo en mano, aura alrededor de su venerable cabeza y una metralleta ocultada bajo sus ropas talares. No vaya a ser que los lectores de MCH me confundan con un ateo de bajo nivel. No soy ateo, pero sí un inconformista cuya diaria oración ante un árbol, junto a la mar o sobre el pentagrama de una balada a la confraternidad, pide al hombre que deje de ser un boceto de la creación.

Un saludo cordial, señor Valverde, y disculpe, por favor, mi respuesta a su respetable artículo.

Augustus.

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5 Mensajes

  • > SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS" 14 de febrero de 2006 20:42, por albeiro arciniegas

    Señor Rubio. Claro que Chaves es un tirnao, no se le olvide que Hitler también llegó al poder a través de elección. Y, ya dejen de hablar desde Europa, con un izquierdismo que aca en América solo nos ha traido pobreza y violencia. Una cosa es opinar desde un escritorio y otra vivir la realidad que, en mi caso, nos toca afrontar todos los días.

    Albeiro Arciniegas
    Escritor Colombiano

    • > SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS" 15 de febrero de 2006 06:07

      ¿Cómo voy a olvidarme de Hitler, señor Albeiro, si en mi niñez, adolescencia y juventud tuve que soportar lass tiranías del dictador Franco? ¿Cómo no voy a tener en cuenta a tan siniestro personaje, cuando he militado durante más de 20 años en un partido de izquierdas, he sido activista sindical y, por añadidura, mi padre fue injustamente encarcelado? Sin embargo, Hitler sigue vivo todavía en la añoranza de no pocas personas que ansían el retorno a los viejos tiempos inquisitoriales, tanto religiosos como políticos, como sucede en Hispanoamérica, incluida la gran Colombia masacrada por el caciquismo, la intolerancia y la corrupción.

      Escribo en mi despacho, sí, pero sabiendo lo que escribo, y no menos siendo consciente de que miles de compatriotas suyos, y ecuatorianos, peruanos, argentinos, uruguayos y demás se han visto obligados a dejar sus respectivos países por temor al hambre y la miseria. Seguiré diciendo lo mismo, señor Albeiro, mientras la cruda realidad que vivimos no deje espacio para pensar de otro modo.

      César Rubio (aprendiz de escritor, español).

  • > SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS" 19 de febrero de 2006 23:00, por Camilo Valverde Mudarra

    Sr. César Rubio:

    Le agradezco sus palabras. Al leerlas se me agolpaban los argumentos en respuesta. Pero renuncio a ello, porque con Vds. fanatizados de la salmodia marxista y lavado el cerebro con sus teorías es mejor callar. Ya me imaginaba que, para Vd. la bondad está en la dictadura de Castro, y la maldad en la Iglesia (que puedo criticar yo, no Vd.) en los franciscanos y, sobre todo, en España (y Vd. será y se llamará español), según las nocivas, tendenciosas e interesadas leyendas negras que, sin documentarse, han creído, como el dogma que repudian.
    Vd. mismo expone que no conoce Venezuela y lo que pasa, ¿entonces qué me dice? Sólo la verdad prevalece. Y, en la verdad, no hay contradicción. Le invito a leer y meditar el Evangelio de San Juan y sus cartas y de camino puede acercarse a la Obra de San Francisco de Asís y ya verá.
    Termino con un escrito que acabo de recibir: Una venezolana comenta lo siguiente:
    Quisiera decir solo unas breves palabras. Yo sali de mi pais (Vonezuela) hace 4 años y medio y acabo de regresar. No es el pais que dejé. Sus calles, sus muros y su gente estan deterioradas. No es la bella Caracas de los techos rojos, ni la bella Puerto la cruz, gobernada desgraciadamente por un chavista. Vi ciudades feas, llenas de desesperanza, de melancolia y, sobre todo, de basura. Sí hay mucho dinero, muchisimo, pero tambien hay mucha hambre, pobreza y delincuencia. Yo siempre digo que nunca le perdonare a este regimen, por el resto que me queda de vida (tengo 37 años), lo que ha hecho con aquel país que abandoné hace 7 años, que era el mejor país del mundo.
    Solo quisiera pedirles, rogarles, no se si suplicarles, a los españoles de todas las comunidades que, por favor, no opinen sobre temas que no conocen. A veces me causan mucha lastima oirlos hablar cuando no saben realmente lo que alla esta sucediendo, solo por una simple visita de vacaciones o por un comentario que vean en la prensa española, o que le haya hecho algun amigo de aqui, o chavista que este viviendo en este pais. Invito a todos los españoles a que se vayan para Venezuela y estén allí 6 meses, que se recorran cada rincon, cada calle, para que luego me den su opinion sobre este país.
    No digo que opinen o escriban solo cosas positivas, porque ningun politico venezolano, desgraciadamente, jamas ha querido a Venezuela y los que estan ahora, mucho menos. Con la mano en el corazon, como venezolana, y española, que los chavistas y todo aquel que opine bien de este gobierno rovolucionario me expliquen 8 obras, leyes, etc. positivas. Les juro por lo mas sagrado que con sólo 5 que me digan, me vuelvo chavista.

    Le saluda, con gran afecto,

    Camilo Valverde

    • > SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS" 20 de febrero de 2006 21:52, por César Rubio Aracil

      Por favor, señor Valverde, sea Uv. misericordioso con sus semejantes, sobre todo cuando se trata de arremeter contra personas de ideas contrarias a las suyas. En el Catecismo, cuando de niño se me obligaba a leerlo (aprendí las primeras letras en este sacro documento, en el colegio de las Hermanas Carmelitas), la piedad era una constante de inevitable asunción por parte de la infancia. Posteriormente, en los Evangelios, guiado por las devotas interpretaciones de mi querida madre, de quien tan gratos recuerdos me nutro en mi senectud, comprendí que la humildad no podía ser excluida del recto comportamiento humano. Sin embargo Ud., sospecho que sin ánimo prepotente, inadmisible en una persona cultivada como la supongo por sus escritos, trata de anular mi escasa inteligencia al negarme el derecho a criticar a la Iglesia. ¿Por qué yo no y Ud. sí? ¿Cree acaso que no he leído los Evangelios, como tampoco las declaraciones de fray Bartolomé de las Casas y fray Bernardino de Sahagún; algunas obras de H. Küng, las impresiones de los sacerdotes de la llamada Teología de la Liberación y algunas manifestaciones científicas y religiosas de investigadores de la talla de Einstein, David Boom, Francis Crack, Ilia Prigogine, Edwin Schrödinger, Jaques Monod, Jorge Wagensberg, Pauli, Newton y otros, como asimismo la extraordinaria obra del maravilloso Teilhard de Chardin y, en alguna medida, que no me he adentrado en el Corán, en las creencias budistas y en determinadas filosofías y credos religiosos orientales, además de haber leído algo -no mucho, por cierto- de C. Marx y de documentarme a diario con el auxilio de la prensa y de ciertas revistas científicas, todo ello indispensable para atreverme a emitir ciertos juicios? No obstante estas lecturas, que me han obligado a meditar sobre algunos aspectos fundamentales del humanismo, mi escuela -la principal para mi escasa formación- ha estado en la calle, entre los desheredados, mientras el espíritu franquista aniquilaba la España que hoy, gracias a la amañada democracia en que vivimos, va recuperando el tiempo perdido, aun contando con las ingerencias de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana que, lejos de dedicarse a emular con su actitud los Evangelios, y después de haber estado apoyando a numerosas dictaduras, trata de desestabilizar la política socialista sin importarle las nefastas repercusiones que está creando en la sociedad española. Lo mismo, señor Valverde, sucede en Las Antillas y en otros pueblos del Nuevo Continente.

      Soy español, sí, aunque, más que español, hijo de la Tierra. ¿O solamente son españoles quienes defienden unas ideas concretas, religiosas y políticas?

      Señor Valverde, no sólo debemos valorar los testimonios de las personas que en Hispanoamérica, muchas de ellas -como me comentaba un buen amigo hace un par de días- temerosas, por ignorancia, de perder sus escasas propiedades, defienden al enemigo. Cuente Ud. también con los millones de seres inteligentes que están ansiando una revolución que yo no les recomiendo. Y no olvide tampoco a los miles y miles de inmigrantes que están siendo explotados en nuestro país, lo mismo o de manera parecida a cuando en, allende los mares, en el nombre del maltratado y escarnecido Jesucristo, fueron aplastados por el egoísmo humano. Y porque soy español y llevo a España en el corazón, sufro cuando repaso nuestra historia.

      A San Francisco de Asís, ¡claro que lo he admirado y admiro todavía! No asimismo a monseñor Escribá, fundador del OPUS, que, según testimonios públicos, no ha tenido en su vida un comportamiento digno del espíritu evangélico.

      Como podrá deducir, señor Valverde, un hombre que, aun estando afiliado al PCE tiene en su mesilla de noche la “Santa Biblia” como libro excepcional; “El medio divino”, “Himno al universo” y “El fenómeno humano” del padre Teilhard, cuyas obras fueron condenadas por la Santa Sede en un “Monitum” publicado por L’Osservatore Romano (30 de junio de 1962) merece , pese a su escasa formación de todo tipo, la consideración que muchas personas les niegan a los contestatarios por el sólo hecho de pensar de modo diferente a como ansían los paladines de la intolerancia.

      No considero bueno a Fidel Castro y malo al Papa actual, ni a otros pontífices (símbolos de dos creencias antagónicas). Tengo por amigos a excelentes sacerdotes católicos y a hombres y mujeres de derechas. Mi familia materna, toda, respira el catolicismo; la paterna, ya casi extinguida, no menos. Sin mi permiso fui bautizado y, hasta los 15 o 16 años de edad, practiqué lo que me enseñaron mi madre, mis tíos y las Carmelitas, Franciscanos y, posteriormente, los Salesianos. Luego, víctima de la intolerancia, me alié con el “rojerío”, al que permanezco fiel sin dogmatismo alguno. Me considero panteísta por la gracia de mis dioses paganos y, aunque no creo en la resurrección, intuyo que a no mucho tardar formaré parte de los sistemas atómicos que configuran la creación. Si a esto se le llama Dios, que el Gran Hacedor cuente conmigo para formar parte de un árbol, de la espuma de las olas y del dolor de quienes sufren las injusticias del Dios antropomorfo que muchas personas, por conveniencia o por ignorancia, defienden.

      Señor Valverde, a su disposición. Para mí es Ud. una persona digna, a quien respeto y pido disculpas por si le he ofendido.

      Augustus.

  • > SOBRE "VENEZUELA EN LAS BRUMAS BANANERAS" 19 de febrero de 2006 23:25, por Camilo Valverde Mudarra

    Sr. César Rubio:

    Le agradezco sus palabras. Al leerlas se me agolpaban los argumentos en respuesta. Pero renuncio a ello, porque con Vds. fanatizados de la salmodia marxista y lavado el cerebro con sus teorías es mejor callar. Ya me imaginaba que, para Vd. la bondad está en la dictadura de Castro, y la maldad en la Iglesia (que puedo criticar yo, no Vd.) en los franciscanos y, sobre todo, en España (y Vd. será y se llamará español), según las nocivas, tendenciosas e interesadas leyendas negras que, sin documentarse, han creído, como el dogma que repudian.

    Vd. mismo expone que no conoce Venezuela y lo que pasa, ¿entonces qué me dice? Sólo la verdad prevalece. Le invito a leer y meditar el Evangelio de San Juan y sus cartas y de camino puede acercarse a la Obra de San Francisco de Asís y ya verá.

    Termino con un escrito que acabo de recibir: Una venezolana expone lo siguiente:

    Quisiera decir solo unas breves palabras. Yo sali de mi pais (Vonezuela) hace 4 años y medio y acabo de regresar. No es el pais que dejé. Sus calles, sus muros y su gente estan deterioradas. No es la bella Caracas de los techos rojos, ni la bella Puerto la cruz, gobernada desgraciadamente por un chavista. Vi ciudades feas, llenas de desesperanza, de melancolia y, sobre todo, de basura. Sí hay mucho dinero, muchisimo, pero tambien hay mucha hambre, pobreza y delincuencia. Yo siempre digo que nunca le perdonare a este regimen, por el resto que me queda de vida (tengo 37 años), lo que ha hecho con aquel país que abandoné hace 7 años, que era el mejor país del mundo.
    Solo quisiera pedirles, rogarles, no se si suplicarles, a los españoles de todas las comunidades que, por favor, no opinen sobre temas que no conocen. A veces me causan mucha lastima oirlos hablar cuando no saben realmente lo que alla esta sucediendo, solo por una simple visita de vacaciones o por un comentario que vean en la prensa española, o que le haya hecho algun amigo de aqui, o chavista que este viviendo en este pais. Invito a todos los españoles a que se vayan para Venezuela y estén allí 6 meses, que se recorran cada rincon, cada calle, para que luego me den su opinion sobre este país.
    No digo que opinen o escriban solo cosas positivas, porque ningun politico venezolano, desgraciadamente, jamas ha querido a Venezuela y los que estan ahora, mucho menos. Con la mano en el corazon, como venezolana, y española, que los chavistas y todo aquel que opine bien de este gobierno rovolucionario me expliquen 8 obras, leyes, etc. positivas. Les juro por lo mas sagrado que con sólo 5 que me digan, me vuelvo chavista.

    Le saluda, con afecto,
    Camilo Valverde

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