Silvio Berlusconi ha pedido a través de sus abogados cumplir el año de prisión por fraude fiscal realizando trabajos sociales. No puede ingresar en prisión por su avanzada edad, aunque se esfuerce en aparentar un aspecto juvenil, y la alternativa serÃa permanecer encerrado en su domicilio. Ya ha recibido, al parecer, tres proposiciones: de una fundación de jóvenes descarriados, de un centro de biotecnologÃa y de una cooperativa de payasos. Es evidente que no conviene que se relacione con los primeros, no sea que les adoctrine, serÃa como poner a un delincuente de grandes vuelos a impartir clases de ética a jóvenes que se inician en el mundo de la delincuencia. En un centro de biotecnologÃa no podrÃa dedicarse a otra cosa que a fregar o escobar, lo que no le gustarÃa. Lo más conveniente es su participación en una cooperativa de payasos. Seguramente harÃa un buen papel allÃ. Es muy capaz de hacer reir a niños, jóvenes, adultos y mayores. Por otra parte, es un trabajo de los más dignos, pues el payaso colabora a la felicidad de las personas. Son admirables quienes hacen reir a los demás y les proporcionan de ese modo unos momentos de felicidad. Por eso abundan los cursos de risoterapia y de payasos. La risa proporciona un gran beneficio a las personas, pues libera las endorfinas, aumenta la energÃa, combate el estrés. Nunca la palabra "payaso" deberÃa considerarse un insulto. Los trabajadores sociales son muy útiles por su labor en beneficio del prójimo. Evitan la cárcel, son voluntarios y trabajan sin retribución. Lo malo es que en España hay más demanda que oferta y muchos condenados a trabajo social no cumplen la pena por falta de plazas en las instituciones públicas.
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