Cuando estoy salido y solo, sólo pienso en UNA COSA, así que para salir del coma homo-erectus, me pongo las zapatillas y salgo a correr por el monte de alrededor. A toda hostia, con los brazos en molinillo y sin ningún control. Talmente como si me persiguiera satanás. Y gracias a ese derroche de autodominio, aguanto unos 15' antes de asfixiarme o morir por absurdo ataque de flato. Así que salgo, corro a toda hostia, me asfixio, me da el flato, me doblo auch-ouch, asusto a algún paseante, me paro contra un árbol, recobro la respiración y vuelvo a casa caminando y arrastrando las zapatillas frrz-frrz, bastante más tranquilo, igual de homo, pero mucho menos erectus. Estado que me dura exactamente otros 15'. Justo hasta que me voy a duchar y me acuerdo de lo divertido, barato y completito que sale autotocarse entre jabón y jabón, y otra vez, por arte de un quítame allá esa esponja, vuelvo a ser un hombre que sólo piensa en UNA COSA.

Karlos está en Bruselas. Vuelve mañana. No sé a qué esperan para inventarse la cabina de teletransporte, en vez de tanto patinete paria con motor y tanta chuminada. Yo ahora mismo me teletransportaría. Llenaría la mochila de juguetes cochinos y comidas perversas, iría a Bruselas, echaría cinco rapiditos (bueno, seis para hacer pares), destrozaría el cabecero de la cama del hotel y volvería a casita para cenar, bañar a Simón y leer el cuento de la Gallina Ceferina y la Granja de Doña Isabelita. Pero no. Aquí estoy. Salido y solo, en mi facebook inventado y escribiendo esta tontería. Snif...

Ya he cortado mi marihuanita y la he puesto a secar. Como la casa derrocha luz por todas partes (la muy maldita) he hecho un tendedero improvisado con un alambre y una caja de cartón y la he dejado en el garaje. Ahora toda la parte trasera de la casa huele como el dormitorio de Bob Marley y me da que algunos vecinos ya han empezado a hacer comentarios maliciosos por encima del seto (menos los chicos de al lado, que siguen raros y mormones). Karlos no va a tardar ni un nanosegundo en decirme que la saque de allí cagando leches, así que debería ir buscándome otro destino marihuanil. Cuánta complicación. Ser un vicioso salido en una colonia militar es un purito sinvivir.

Ehm... ¿otra ducha? Hala, venga. Otra ducha. No mires.

¡Que no mires!