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SIGHISOARA, LA PERLA DE TRANSILVANIA

Valentín Justel Tejedor

España



SIGHISOARA, LA PERLA DE TRANSILVANIA

Sighisoara es un verdadero tesoro medieval, no en vano fue declarada Patromonio de la Humanidad por la Unesco hace varios años, así, caminar por sus laberinticas, tranquilas, y sosegadas calles empedradas, y adoquinadas, es como pasear por la memoria del mismísimo pasado, sin embargo en esta ciudad magiar un permanente halo de misterio parece recorrer el ambiente de cada rincón, de cada calleja, de cada costana... así en la plaza Muzeului, se levanta una de las construcciones más bellas de esta ciudad, la Torre del Reloj, un edificio defensivo con una magnífica cubierta policromada, formada por cuatro agujas menores y una elevada aguja central en forma de bulbo, que despunta y sobresale en el cerúleo y límpido cielo de esta región de Transilvania, si bien el reloj dejó de funcionar hace muchos años, según dicen desde el mismo día en que murió el sanguinario principe Vlad Tepes, desde la balconada corrida del último piso las vistas panorámicas de la ciudadela, y del bucólico entorno con el pandeante cauce del río Saes, y sus frondosos sotos resultan espectaculares. En los alrededores de esta plaza se encuentran cenobíticos prioratos, sobrios monasterios, e iglesias medievales, que embellecen y a la vez dotan de misterio a la trama urbana de la ciudad, así junto a la iglesia gótica de Bergkirche, se encuentra un cementerio que es visitado por numerosos turistas, pues recoge la verdadera esencia de la Sighisoara enigmatica y taumaturgica; sus marmóreas lápidas, sus pretéritas inscripciones, sus cruces coronadas por uves invertidas, y sus descuidados hierbajos entusiasman a aquellos viajeros, que acuden en busca de las emociones de la mítica leyenda de Vlad Tepes.No obstante, al margen de tópicos, un paseo por las calles, murallas, y torres defensivas de esta ciudad realmente nos demuestra donde nos encontramos, pues recuerdo que en las proximidades de la Plaza Cetatii todo estaba en calma hasta que la silueta de un viejo carruaje tirado por un alazán de crin y cuerpo en tonos rojizos, asomó por una de las calles que dan acceso a esta bellisima ágora feudal, su lento avance y su enigmática imagen hacian reflexionar sobre en que momento de la historia nos encontrábamos, pues todo parecía estar impregnado y estigmatizado por un insondable arcanismo.Curiosamente la casa donde vivió el principe Vlad Tepes antes de trasladarse al Castillo de Bran se encuentra unas calles más abajo, su aspecto es bastante sencillo con careados ictéricos y techumbre a cuatro aguas, sus tres pisos hoy estan ocupados por un establecimiento de hostelería, si bien dentro de el todavia se conserva algún vestigio de su ilustre morador.
Unos días más tarde nos desplazamos al imponente castillo de Bran, construido sobre la roca viva, y rodeado de una profusa y verdina frondosidad, el amurallado baluarte responde perfectamente a las expectativas de cualquier viajero ávido de revivir la leyenda del despiadado Vlad Tepes, pues es fácil imaginar en esta inexpugnable fortaleza al inicuo e infame principe de Valaquia, dedicado a sus pasatiempos favoritos: la tortura y el empalamiento; de este modo, la característica más notable de esta fortificación es su aspecto extraordinariamente tétrico, tenebroso, y espeluznante, su torre cilindrica con angostas lumbreras, sus copas rojizas, y el color ebúrneo pálido de sus paramentos producen una imagen realmente fantasmagórica, si se contempla a la caida de la tarde las sensaciones se incrementan, pero la epopeya no finaliza en su exterior, pues en su interior asombra ver el mobiliario muy bien conservado o restaurado, del que destacaríamos el lecho donde descansaba el Conde Drácula, un exornado mueble de estilo barroco con baldaquino, de madera negral, y filigranas tanto en su cabecera como a los pies del mismo, en su parte anterior se dispone un lignario arcón, y junto a las ventanas en medio de ambas, un reclinatorio con un cojín purpurado; por lo demás se puede ver en alguna pared los restos del empalamiento de alguna victima, así como recorrer algunos de los pasadizos antiguamente secretos, que tiene el castillo, y otras muchas curiosidades relacionadas con el mito del personaje de Bram Stroker.(...)

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