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I. PALESTINA ANTIGUA Y COMPLEJA

Camilo Valverde Mudarra

ESPAÑA



El Medio Oriente en conflicto intenta legitimar su derecho al territorio de Palestina mediante la Historia. Los judíos aducen que sus raíces ancestrales tienen más de cuatro mil años y, aunque sufrieron el destierro y la dispersión por el mundo, sus padres y su destino pertenecen a esa "tierra prometida" por Dios; los arabomusulmanes alegan que el estado judío fue una imposición de Occidente en un acto de intervencionismo sobre una tierra conquistada por el Islam en el siglo VII d.C. La realidad es que actualmente judíos y musulmanes viven en el mismo lugar y en constante enfrentamiento.

La historia de Palestina es ancha y compleja. Su posición geográfica de pasadizo natural entre Asia y África y con conexión al mar Mediterráneo, la convirtió en una franja estratégica de intercambio comercial, político y cultural. Muchos pueblos han vivido y combatido en Palestina. El vestigio arqueológico del asentamiento humano en su suelo data del nueve mil, al cinco mil antes de nuestra Era; subsisten restos de algunas de las aldeas más antiguas de la humanidad en Jericó, en el río Jordán, y Beidha, al sureste del mar Muerto.

La historia del pueblo hebreo anda entre el Antiguo Testamento y la verdad histórica, la historia "científica" basada en los datos arqueológicos y los testimonios escritos y la historia sagrada. Para el judaísmo, la historia de la humanidad implica las acciones de Dios y la respuesta del ser humano. Según el A. T., los ancestros más antiguos de los hebreos son los patriarcas de origen semita y procedentes del Este; el primero es Abraham que sale de Ur en el 2.140 a.C. Las tribus patriarcales hebreas de vida seminómada, según los datos, habrían llegado a Palestina entre el siglo XX y el XIV a.C., y hubieron de competir por la tierra con los habitantes, culturalmente más avanzados, cananeos, filisteos y otros pueblos, que ya se encontraban allí.
El A.T. refiere que los hebreos permanecieron en Palestina hasta que una larga sequía obligó a Jacob (también llamado Israel), nieto de Abraham, a marchar a Egipto, pues la región del Nilo les aseguraba grano, caza y pesca. Es la conocida, como primera diáspora del pueblo judío. Cuenta el relato bíblico que los israelitas fueron reducidos a la esclavitud por los egipcios, razón por la que Moisés recibió la misión divina de conducir a los israelitas a Canaán, la Tierra Prometida. En los 40 años por el desierto del Sinaí, Moisés transmitió a los israelitas la idea de un Dios Único, los sacó de la idolatría y les entregó la ley: los diez mandamientos. Aunque no hay una comprobación histórica del regreso de los hebreos a Palestina se sabe que, efectivamente, hacia el silgo XIII guerreros hebreos conquistaron y vencieron a los cananeos.

Ante la necesidad de defensa, los hebreos se unieron en una sola comunidad. Se cree que esta unión origina la transformación de la idea del dios de la tribu, a la concepción de la unicidad de Dios (Yahvé), que les orienta a ocupar la "tierra prometida" y que algún día enviaría un mesías destinado a liberar a su pueblo de todo sufrimiento.

Así es que el judaísmo fue la primera religión monoteísta de la historia de la humanidad. Las tribus hebreas, que según la tradición eran doce, se repartieron el territorio de los cananeos, en el periodo llamado de los Jueces, época en que, según los historiadores, asimilaron muchos de los elementos culturales de los cananeos. Más tarde, se establece el reino de Israel, cuyo primer soberano fue Saúl (1012-1004 a.C.), su sucesor, David (1004-965 a.C.), y después Salomón (965-955), con quien Israel alcanzó su máximo esplendor. Las luchas internas entre ambos reinos, Ludá e Israel, y contra los reinos de transjordania debilitaron a los judíos. En el año 721 a.C., los asirios destruyeron el reino de Israel, que había durado dos siglos. En el año 597 a.C. los babilonios, que habían dominado a los asirios, devastaron el reino de Judá con Nabucodonosor II al frente, destruyeron Jerusalén en el año 587 a.C. y deportaron a miles de judíos a Babilonia. Esta deportación constituyó la fase final de la dispersión de los judíos, cuando desaparecieron diez de las doce tribus semitas. A partir de entonces, la región de Palestina padeció el vasallaje de diversos imperios. En 538 a.C. los persas conquistaron Palestina y el rey Ciro permitió a los judíos volver a su tierra y reconstruir el templo de Jerusalén; a partir de 332 a.C. invadieron el territorio los macedonios y griegos; después los egipcios y los sirios y finalmente los romanos (63 a.C.), quienes crearon las provincias de Siria, Palestina y Decápolis. Durante la dominación romana el judío Jesús de Nazareth predicó las enseñanzas que fundaron el cristianismo. Cuando las legiones romanas destruyeron Jerusalén y el segundo Templo en el año 70 d.C. casi todos los judíos huyeron de Palestina y desde entonces vivieron, como minorías discriminadas entre otros pueblos. Esta es la segunda diáspora.

A lo largo de mil años, Palestina pasó a manos de los bizantinos, cristianos, árabes musulmanes, cruzados europeos, mamelucos egipcios, turcos otomanos y desde 1917 a los británicos. En 1948, la ONU dio paso a la fundación allí de los dos estados, el judío de Israel y el arabopalestino que la Liga Árabe rechazó y, ese mismo día, declaró la guerra a Israel.
Camilo Valverde Mudarra

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