No obstante, el Instituto Cervantes ha informado de que no habrá restricciones para que puedan presentarse candidatos de otras edades.

El examen de los escolares constará de cuatro pruebas: comprensión de lectura, comprensión auditiva, expresión e interacción escritas y expresión e interacción orales.

El objetivo es incentivar «a niños y adolescentes a iniciarse en el aprendizaje del español, ya que constituye un reto y reconoce los avances en su aprendizaje», según el comunicado.

Con la creación de esta línea específica de exámenes adaptados a las necesidades del público escolar, el Instituto Cervantes amplía su oferta de exámenes en el Sistema de Evaluación y Certificación de los Diplomas de Español como Lengua Extranjera (DELE).

El pasado año, más de 64 000 aspirantes se presentaron a las pruebas DELE, celebradas en un centenar de países de todo el mundo.

Los Diplomas de Español cubren todos los niveles del plan curricular del Instituto Cervantes y el marco común europeo de referencia (A1, A2, B1, B2, C1 y C2).