PREMISA
Descarnada razón al descubierto
en una entente impúdica con rasos
instintos perniciosos. Desconcierto
creáis – aunque me duela – en mis acasos.
No admites tú, racionalismo yerto,
lapsus, legas erratas ni fracasos;
el más iluso es un inexperto,
no quiso, dices, proseguir tus pasos.
Mi raciocinio en busca de un axioma
en ligadura con mi impulso loco;
ansío ansiar que tu ansia no ansío.
Tuyo mi cuerpo y mi esencia en tu doma.
Hay en mi piel estigmas cuando toco
tu mención en tan dulce escalofrío.