a Mónica Conci
en realidad dijiste
y siempre cantaba el gallo de la Emma
hablábamos de tus estudios
la herida de los descubrimientos
y eran esos años
tan distintos
en tu vida y la mía
preferí escuchar
la esma
porque es algo más cercano
en cuanto al crimen
las cobardías
que Bergen Belsen o Camboya
busqué en el diccionario de Cirlot
los desprendimientos de la palabra gallo
y me olvidé
viste qué resplandor da la neblina al cielo?
a nuestra izquierda el tren
enhebra un collar de condenados
el kamishibai
fue suplantado
para el pobrerío japonés
por la llegada de la televisión en los ‘50
releyendo Los Langoloides de Steve King
aprendí más de mi vida
que en mausoleos de la memoria
siempre canta el gallo de la psique
su pico lleva sangre a la luz
vuelvo a escuchar las aventura de tu alma
gracias por el amor que me ensordece.