UN PRÓLOGO NECESARIO
Ruego perdón a Dios en quien creo, pero no a los hombres que se visten de santos y guardan silencio… siempre han guardado silencio.
Soy pecador y no merezco el Cielo, pero lucho por un lugar en ésta, la Tierra Prometida, pues alguna miga de ella me corresponde.
Creo que el Diablo existe y que algunos humanos le robaron su esencia… azufreeeeeeeeeeeeee! y los pueblos por su culpa sufren!
Rezo el PADRE NUESTRO, el verdadero, el que reconoce a Dios Justo y Liberador y a Jesús Humano, Hermano, Revolucionario y Descrucificado, que los Santos Padres y Pastores, (los que con su silencio defienden el poder, la opresión y la violencia), mantienen en la cruz como señal santa de lo que puede pasarle a quienes alteren el orden.
No pretendo la irreverencia, ni el sacrilegio, ni la fama indebida, solo una reflexión que dé vida… a la vida!
Amo la tierra no contaminada, ni sobreexplotada… de ella provengo y a ella regresaré en el tiempo preciso… salvo que los verdaderos profanos, me aceleren el ciclo.
Amo a mi Madre, a mi Hijo y al Espíritu de lucha de los pueblos oprimidos… así es!
Me dejo caer en la tentación de caminar en contravía, aunque en mi país es peligroso transitar por la izquierda, por el grave estado de las vidas… inseguridad ciudadana!.
Pido comprensión a los verdaderos creyentes, a los que se conocen porque luchan por la Justicia que lo es todo, Democracia, Igualdad, Solidaridad, Confraternidad, Tolerancia y Paz.
Los Padre Nuestros… de un Latinoamericano, no son Oraciones… son reflexiones para que recordemos nuestro compromiso por construir un mundo del tamaño de nuestros sueños libres, sin repetir la historia y sin pretender ponerle fin… a la historia.
Los Padre Nuestros… de un Latinoamericano, no son Oraciones… son reflexiones para hombres y mujeres libres, Que se ahorren la excomunión, yo recibí mi Primera Comunión con un trajecito prestado y el amor de mi madre y me basta para siempre, pues me impregnó y me llenó tanto de Dios, que aún en rebeldía, CREO EN ÉL como mi creador.
Nando.