¡Se acerca el día en el que no por anunciado a de dejarnos indiferentes!
Hacia el declive del quinto mes, cuando ya las margaritas pierdan todo su efímero esplendor ( tampoco hay que preocuparse demasiado por ello, no a de ser este el fin del mundo, por que… seguro que de inmediato brotarán otros nuevos “capullos” ) . Será en el año en el que la suma de sus cuatro dígitos dé una cifra igual a nueve. Los “Dioses” que habitan en el falso Olimpo que gravita sobre nuestras cabezas (hasta ahora cada uno de ellos en una esquina del supuesto cielo al que creen pertenecer…) harán su advenimiento a la tierra prometida de El Campello, (una vez más, como cada cuatro años) y con su falsa apariencia humana, se mezclaran entre nosotros ofreciéndonos sus caducas doctrinas de bolsillo que, algunos de nosotros, abrazamos en otros tiempos haciendo de ellas un dogma de fe ante el “esplendor” rutilante de sus “bendiciones y milagros” prometidos. Cosas estas, que desde siempre vienen vaticinando estos “Dioses” nada más poner el pie en la tierra de los mortales, por otra parte tan necesitados de estos menesteres y, que rara vez se cumplen.
Vendrán por la derecha y por la izquierda, no dejando flanco que cubrir, intentando ganar a una tierra y a una gente que ellos mismos antes ya dividieron.
Cada uno de estos “Dioses” acusará al otro de falso Mesías y de estar a las ordenes de El Maligno. ¡Desconfiad de todos ellos…os lo pondrán difícil!. Cada uno de ellos os dirá que sólo su “doctrina” es la auténtica y que la salvación sólo será posible abrazando su credo y cantando las alabanzas de “Dioses” superiores a ellos y de idéntica “doctrina” que tienen la “franquicia” en Valencia.
A nuestra sufrida tierra, castigada por las plagas del ladrillo y del “pelotazo”, vendrán dos de ellos que aparecerán con idéntico nombre para sembrar aún más la confusión: J.R Varó & J.R Varó. El único nexo de unión entre ellos es el de pertenecer a la Casta Divina. Vuestro deber será reconocerles. Ambos llegarán con su sequito de “apóstoles” y la tabla de los mandamientos bien aprendida.
A uno de ellos, (un Varó) le reconoceréis por sus rasgos ligeramente asiáticos y por que llegará acompañado de un nuevo “apóstol” (los otros prácticamente repiten). El “apóstol” en cuestión es aquel a quien llaman Rubio pero que todos conocen con el sobrenombre del “ tránsfuga”. Discípulo éste, de ida y vuelta y sin religión fija ya que, antes adoró a otro ”Dios” de “religión” claramente contraria a la del que ahora sigue. En el credo de este singular mensajero sólo figura una premisa máxima: sentarse a la derecha de “El Padre” (de cualquier padre) o a la izquierda, que más da. El caso es que “El Padre” de turno le toque con su Divino Poder y le convierta en “elegido” entre todos los “apóstoles” concediéndole la “Gracia Divina” de “bendecir” los ladrillos que han de colocarse en la tierra prometida (aunque la fisonomía de nuestra tierra cambia tan deprisa que bien podría llamarse: la tierra irreconocida). No lo ha de tener fácil este “Dios” con individuos así en su predicadores, no es esa la mejor tarjeta de presentación.
Al otro Varó le reconoceréis por su poblada barba y aspecto algo más tosco. El pecado de este “Dios” es el de haber sido creado en una sola noche y en no haber tenido reparo en aceptar una “gloria” que no le pertenecía, ya que nunca luchó por ella, tan sólo se limito a recoger el botín procedente del resultado de una lucha legítima .Entre otros dos “Dioses”, y él, un dios sin seguidores, fue encumbrado a lo más alto con el beneplácito del “Olimpo Valenciano”.
Los misioneros de este segundo Varó provienen de ramas muy distintas de una misma doctrina. Unos se unieron a este “Dios” prosélitos de un séquito que secundaba la estrella decadente y apagada de un “Dios-a-“ quemado hace varios años y que ya no levantaba pasiones, si acaso, sólo controversia.
Otros descienden de un “Dios-a-“ al que “El Olimpo Valenciano” tras utilizarle como moneda de cambio no tuvo miramientos en “asesinarle” (de noche y con alevosía) antes de nacer y haberse dado a conocer a la luz de los hombres. Algunos de estos “mensajeros”, con el cuerpo aún caliente de su “Dios-a-“ no supieron diferenciar entre su propio y único “Salvador” verdadero por él que juraron dar su sangre y el “otro todopoderoso” proclamado en una noche repleta de “milagros y traiciones”. Así que, varios adoradores no tuvieron demasiados reparos a la hora de proclamarse seguidores, eso si, “sacrificados” del nuevo “Todopoderoso” nacido en sólo una noche. ¿Quién sabe, si no buscando un atajo que les lleve directamente al Reino de los Cielos…? Queda una tercera rama de “apóstoles”, de este Dios, creado en una noche, a estos les trajo él mismo bajo el brazo.
La profecía dice que este es el Tiempo en el que un “Dios”, hasta ahora menor, será aclamado por el pueblo y se hará con las llaves del cielo. Los “Dioses” mayores, hasta ahora supremos, perderán su condición y serán obligados a la de la humildad de los mortales
José Antonio Navarro i Ballesta.
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