A veces reniego con ellas.
como son tan esquivas jugamos al gato y al ratón
corretaemos entre el ir y venir de ideas
para luego quedarnos quietos en un rincón.
Allí se ufanan de ser doncellas.
Pero no me engañan con su canción
Trato de estamparlas en telas ligeras
y de nuevo corren hacia ese callejón.
Un sendero que a veces me deja sin opciones.
sin embargo, sigo adelante, buscandolas
luego una luz tenue aparece entre las paredes.
pienso que ese reflejo es una buena señal.
y creo que el jueguito comienza a entretenerme
porque sin duda, las letras, son un carnaval.