Esta tarde no puedo escribir,
no encuentro las palabras,
el folio está lleno de renglones
tachados, de frases incompletas,
de plabras que no se entienden.
Me levanto; vuelvo a coger la
pluma, la dejo; otra vez, la cojo...
Deseperado tomo un sorbo de güisqui,
pero es imposible, no consigo plasmar
una idea, un pensamiento.
Me asomo a la ventana, ya es de noche.
-estamos en horario de invierno-
Pasa un coche; una pareja se detiene,
se miran y se besan.
Siento frio.
El reloj de la torre sigue parado.
La farola de la esquina,¡por fin!, da luz.
Cierro la ventana, me siento, tomo la pluma,
-otra palabra tachada, otra frase...-
me levanto, cojo el paraguas,
salgo a pasear.
La noche, lluviosa y fresca,
me abre sus brazos