El teatro era lo que quería hacer por un problema terapéutico, ya que era una persona muy tímida, insegura y decidió que por este medio podía romper con todo eso, aunque desde niño siempre le gustó la actuación, imitar voces…Ahora, luego de treinta y cinco obras, para el actor Gerardo Montero Cervantes, de Las Tunas, Cuba, el teatro es una necesidad.
En los tiempos en que me inicié como actor aficionado en Ciudad de La Habana me encontraba estudiando la carrera de Construcción Naval y había una gran efervescencia del teatro. Empecé entonces a visitarlos para nutrirme de los mejores. Recuerdo haber visto en 1982 a Santa Camila de la Habana Vieja.
Estudiaste teatro aquí en Las Tunas.
Primeramente, como no era graduado de escuela, entre por la necesidad que había de actores y mi formación la adquirí en el propio grupo. Venían actores, dramaturgos y directores de todo el país y nos daban talleres y la participación en los diferentes festivales, donde también recibí talleres con grandes maestros del teatro cubano y extranjero, hasta que recientemente me titulé como actor, además de estar evaluado desde el año dos mil dos como Primer Nivel.
En veinte años de trabajo has participado en 35 obras, incluyendo el trabajo de aficionado.
Todas fueron muy difíciles, porque cuando se hace una obra se empieza de cero, porque son personajes diferentes, situaciones diferentes y todas urgen la misma entrega y la misma pasión.
¿Cuál de ellas fue la más importante para tu carrera?
Farsa y justicia del Señor Corregidor, porque aprendí, en primer lugar, cómo se defendía a un personaje. En aquel tiempo no poseía la técnica que tengo ahora, ni la experiencia y esa obra me enseñó definidamente que, cuando uno quiere algo, lo logra, pase lo que pase. Me habían dicho que el personaje yo no lo podía hacer y demostré que sí podía y ha sido uno de los más logrados de mi carrera artística. Los personajes que he interpretado son muchísimos y disímiles, cómicos, con grandes cargas emotivas, farsescos, de todos los géneros.
¿Cómo te preparas para un personaje?
La preparación es diaria, desde que te levantas hasta que te acuestas. El entrenamiento corporal y vocal es básico, porque nuestro instrumento de trabajo es el cuerpo y hay que tenerlo afinado como un instrumento musical. Para hacer un personaje de acuerdo a las características físicas y psicológicas te propones un entrenamiento para ese personaje. Otra cosa que entra también en la preparación es la lectura y la observación.
Prefieres los personajes de corte psicológico fuerte…
Prefiero los personajes de corte psicológico fuerte, los cambiantes, violentos, rufianes, porque ellos se alejan mucho de mi yo y me son muy difíciles de interpretar. Me gustan los retos.
¿Por qué quisieras hacer Otelo?
Porque es de un temperamento fuerte, con pasiones extremas.
¿Cuál debe ser la función social del teatro?
Que le hable a la gente y que ella a su vez se vea reflejada, como un medio capaz de transformar las cosas negativas de la sociedad, como medio de diversión, de pensar, reflexionar.
Si te dieran la posibilidad de hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, ¿qué dirías?
Dios es amor. Por favor, que se acabe la guerra. Que vivamos en un mundo de paz y amor. Que no mueran más niños de hambre. Cuidemos el planeta. Libertad para los hombres.
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