para Pedro Martínez

por Oscar Portela

Y yo estaré todavía

¿quizá?

junto a la vía

que conduce

de la nada a la nada

escuchando cantar

los pájaros al oro

del pajonal de enero,

y en el umbral florido

reposaran las horas

consagradas de días

de la infancia,

pero de aquí , de esta patria

a la que soy pertenecido,

como los elementos

a mi cuerpo y mi cuerpo

al cosmos

más grande

que el infinito Dios

en que albergo

las preces y alabanzas

que sembramos…

Si se volarán los almacenes

y los confites de los árboles

serán solo cenizas

de otros sueños y envíos.

Pedro, es así.

Más nunca la tristeza

ni las saudades nunca

posarán en mi boca

sus pregones y preces:

Nosotros volaremos

también como el lucero que florece

todo-alba,

y quedará un jilguero

solo en la memoria,

esgrafiando,

cantando, nuestros nombres

cuando no estemos ya

y pregonemos solos en destierro.

Oscar Portela

diciembre del 2007-12-13