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LOS DE LAS FILAS

Adrián N. Escudero



A los que creen, o, al menos, lo intentan...

Ahora, en íntima parusía, le descubro...

Al principio yo también estaba parado sobre el muro. Como alineado a las palmeras que lo circunvalaban. Yo estaba de pie, observando a los que, abajo, miraban a su vez hacia la distancia pero en filas. Delante de mí, la otra gente pasaba, como sin verme, parloteando y riendo; algunas discutiendo, pero todas bajo el tenue resplandor de aquel atardecer de enero de 2003, pocos días después de haber cumplido yo mis 52 años. Los que pasaban frente a mí eran como un flujo humano paralelo al horizonte, adonde los hombres y mujeres que integraban las filas de abajo, miraban... Había sido un día cálido pero muy agradable, con las gaviotas sobrevolando ya los restos de las delicias con que, los de abajo, habían compartido la jornada antes de ponerse en las filas...

A mis espaldas había como un cerro o pequeña colina, llamada El Toro, y, cada vez que me daba vuelta para repasar su hipérbole angulosa, venían a mi mente pesadas frustraciones, cruces intelectuales y anímicas, donde la contradicción entre los proyectos (sueños) humanos y los designios de Yosoy se fruncían en cerrados interrogantes que, sólo el tiempo, me hubo develado (hablo de la pérdida de la salud, y, como consecuencia de ello y de las reglas e intolerancia del negocio privado, la “discontinuación”en un trabajo importante, y el efecto “dominó” que, dicha circunstancia me acarreara tanto en lo espiritual como en lo material; aunque después hubiera entendido que, siempre que se pierde se gana algo si uno sabe mirar la vida como misión y no como capricho, como vaso medio lleno y no medio vacío...).

Y hubo un momento en que dejé de mirar hacia atrás... Me dije, irracional: ese monte es como una gran piedra que acabo de atravesar en el espacio-tiempo, y no tiene sentido insistir con el pasado sino mirar, como aquellas gentes de las filas, hacia delante...

Entonces, bajé las escaleras que daban desde el muro a las arenas del mar poseído por los duendes de aquel hechizado atardecer de verano. Hacia la izquierda, otro mar, aprisionado al Puerto con su ojo de faro, pero de rocas enredadas por el verdor de las algas que lo acariciaban, se unía al verdadero océano que palpitaba serenamente hasta fundirse con los trazos rojizos y acelestados como estelas esmaltadas y combinadas por la flameante exposición de nubes dibujadas por el Gran Pintor, a la hora del ocaso... Y le ví.

No sé si las demás gentes que formaban parte de las filas que yo había pasado a integrar, también lo vieron. Mi gesto de estupor fue acompañado por el girar de un millar de cabezas ordenadas por las filas de sus butacas playeras. Por lo tanto, debo suponer que sólo yo lo había visto aparecer; surgir, de pronto, ahogando el brillo del sol en el horizonte tras los aplausos emocionados de las gentes que ocupaban las filas de la arena...

Pensé que podía tratarse de un pescador cualquiera, porque aquello de donde había descendido semejaba una barca. Luego supuse que podía tratarse de uno de aquellos intrépidos surfistas que asolaban ese recodo del mar, atenazado a ambos lados por las terminales montañosas de la cadena de La Ballena, sobre aquel pedazo de la costa uruguaya capturado por la apacible ciudad de Piria. Pero los windsurf cuentan con tabla, vela, mástil y botavara a manera de simple aparejo, y no era aquello la verdadera forma de lo que había venido transportando al extraño hombre, cuya silueta, a medida que se aproximaba a la altura de mi fila, me resultara tan conocida. Sí, cuando pasó a mi lado quedé consternado (enmudecido). Había terminado de separar mis manos del último aplauso que celebrara a febo en su milagro de agonizar bajo las aguas para reaparecer como el Ave Fénix, pero redondo y glorioso desde sus entrañas de misterio escarlata y nuclear, cuando pasó a mi lado... Sonriendo, me miró (sólo a mí, no sé por qué, puedo jurarlo), y con dulzura sobrenatural pronunció mi nombre sin abrir los labios: sus palabras fueron claras resonando en mi mente (no eran mis pensamientos, insisto, puedo jurarlo) y tan tiernas como enigmática su mirada... Dijo solamente: “Estoy feliz. He vuelto a constatar que, al menos, ustedes, los de las filas, intentan asomar sus ojos a la eternidad...”.

Arriba, un tropel humano desentendido del milagro que los de las filas habían aplaudido, seguían sus destinos de negocios y preocupaciones, como bastándose a sí mismos. Los de las filas, ni bien el sol se derrumbó manso y paciente donde el mar se une con el cielo, se saludaron tan amables por haber compartido aquel diario rito, que yo también me hermané con ellos, y me distraje. Quizá por esto el hombre se perdió entre la multitud de los que caminaban sobre el muro costanero, tras un racimo de gaviotas vagabundas subrayando el horizonte.

Lo cierto es que, ese Cerro, a mis espaldas, ya no me pareció una montaña de problemas irresueltos del ayer, sino sólo eso: un sublime ejemplar de la naturaleza donde quizá, el hombre, callado y barbijo, como un primogénito de Alturas, como un príncipe de Asturias, salado ya sus pies por el Cantábrico en busca de su Madre Covadonga, como un peregrino más atravesando el Pórtico de la Gloria de la medioeva Catedral de Compostela, abismado en suspiros junto a los bruscos acantilados del Cabo Finisterre, surcara los atlánticos mares de intrépidas auroras, para elevarse aquí, hasta Él, hasta esa, y orar, como en otros tiempos, en otra Peña Santa, allá, en Galilea, a la caída del sol...

ADRIÁN N. ESCUDERO - Piriápolis (Uruguay): 17-01-03. Texto ajustado Santa Fe (Argentina): 11-04-03.

Integra el libro “VISIONES EXTRAÑAS– Doctor de Mundos II” (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica). Inédito. La Botica del Autor. Santa Fe (Argentina), 2004-2008.

Publicado en el Suplemento Cultural “Artes & Letras” - Diario “El Litoral” (Santa Fe), 24-04-03. Pág. 12.

Publicado en el Suplemento Cultural “La Palabra” - Diario “La Opinión” (Rafaela), 09-08-03. Pág. 2.

Seleccionado en Género Narrativa para Antología “Poetas y Narradores Contemporáneos 2004”. Editorial “De los Cuatro Vientos” - Buenos Aires, 26-02-04.

P.-S.

ADRIAN N. ESCUDERO – Santa Fe (Argentina). Breviario curricular:}} Autor de los libros de cuentos editados: “LOS ULTIMOS DIAS” (Colección Ficción Conjetural y Metafísica) (Edic. Colmegna S.A. - Santa Fe-Argentina, 1977); “BREVE SINFONIA Y OTROS CUENTOS” (Colección de Realismo Mágico) (Edic. Colmegna S.A. - Santa Fe, Argentina, 1990) y “DOCTOR DE MUNDOS I – EL SILLON DE LOS SUEÑOS” (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica) (Edic. Vinciguerra S.R.L. - Buenos Aires, Argentina, 2000); así como, entre otros, de los libros de cuentos inéditos concluidos: “NOSTALGIAS DEL FUTURO” – Antología Fantástica (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica (La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina, 2005); “DESDE EL UMBRAL – Terrores Cotidianos y de los otros” (Colección de Horror). La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina 2006/2007; EL REINO DE LOS SUEÑOS (Crónicas de Relatos y Poemas Prestados – Libro Homenaje). Colección de Crónicas Oníricas). La Botica del Autor – Santa Fe (Argentina), 2005/2008 y “DOCTOR DE MUNDOS II – VISIONES EXTRAÑAS” (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica (Inédito. La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina, 2003/2008); “MUNDOS PARALELOS y Otros Cuentos” (Colección de Realismo Mágico). La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina 2004/2008; “EL EMPERADOR HA MUERTO y Otros Relatos” (Colección de Realismo Mágico). La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina 2005/2008); y de los libros de cuentos inéditos en desarrollo: “Doctor de Mundos III” – LOS ESPACIALES (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica. La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina 2005/2008); “APOCALIPSIS BANG y Otros Cuentos para un Semáforo” (Colección de Microrrelatos). La Botica del Autor (Santa Fe, Argentina 2006-2008); y “ATILA y Otros Cuentos de Abecedario” (Colección de Realismo Histórico). La Botica del Autor (Santa Fe, Argentina 2007-2008): todo sobre relatos con copyrigts en magazins locales, nacionales e internacionales y/o inscriptos en la Dirección Nacional del Derecho de Autor (Ministerio de Justicia y Culto de la Nación).

Datos personales: Domicilio particular: Obispo Gelabert 3073 – (3000) Santa Fe (Argentina) – L.E.. Nº 8.467.257 - Te.: (0342) 455-4811 – Contador Público Nacional (1975-FCA/FCE-UNL) y Magíster en Dirección de Empresas (CT-1998 – UCSF/UCC). Miembro de la Asociación Santafesina de Escritores (ASDE – 1978); Sociedad Argentina de Escritores (SADE-Santa Fe, 2004); Asociación Cultural “El Puente” (Santa Fe, 2004); Instituto de Cultura Hispánica de Santa Fe (Argentina) (2006) y RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL (REMES) (España) (2007).-

Blog Personal: Narr-Arte (en desarrollo)

E.mails:
adrianesc@fibertel.com.ar
adrianesc@hotmail.com
adries.escudero@gmail.com

AGOSTO 2008.-}

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