MANUEL GARCÍA PÉREZ “GARPE”, UN PINTOR ASOMADO A LA REALIDAD
Por Raimundo Escribano
Nació en Monforte el Cid en 1929, en plena recesión económica mundial. Perito Mercantil por la Escuela de Comercio de Alicante. Desde muy niño sintió el aliento del arte rebullendo en su interior. Así, contando apenas siete años, la guerra civil en pleno fragor, nuestro artista en ciernes ya empuñaba el lápiz y dejaba sobre cualquier papel la efigie de cuanto simbolizó el odio fratricida de aquel tiempo: aviones –junkers y cazas- tanques, bombas, banderas…
Maestro de la acuarela y minucioso artesano de la plumilla, un género pictórico poco extendido por cuanto su resultado se empareja, a veces, con el grabado, si bien se trata de una técnica capaz de poner a prueba la vista y la paciencia del pintor, frente a lo aparatoso y complejo del grabado.
¿Dónde y como fueron sus primeros pasos como pintor?
En 1947, con motivo de mis estancias en Orito, donde mi hermana Remedios ejercía como Maestra, entré en contacto con la familia Soler y pude conocer el trabajo de Xavier y su evolución a lo largo de aquellos años. En concreto fue Xavier Soler , uno de los grandes de la pintura alicantina quien me ganó para el dibujo, principio y base en la obra de todo pintor. Ya el padre de Picasso exigía a Pablo que antes que pintor debía ser un buen dibujante. Xavier me enseñó a dibujar y a pintar cielos, la luz de los paisajes, árboles; por cierto: la palmera, árbol estilizado por excelencia, es bastante difícil de pintar. Con Xavier y sus enseñanzas comencé a pintar la vida.
¿Y sus primeros trabajos profesionales?
En 1948 y residiendo en Barcelona, comencé a trabajar como dibujante publicitario para la Agencia Febus, que por entonces tenía la exclusiva de la publicidad en los cines
de media España.
¿En aquellos años ya podía vivir del dibujo?
Sí, aunque con estrecheces. Por cada dibujo cobraba 25 pesetas a la Agencia. Con ese dinero acudía a los comedores del SEU, donde por 375 pesetas al mes podía comer y cenar.
¿Compartía su trabajo de dibujante con alguna otra actividad?
Sí, con varias y muy distintas. Mientras residí en Barcelona, al principio trabajé como interino en el Cuerpo de Correos. Luego, al eliminarse las plazas de interinos para ser ocupadas por personal fijo entré a trabajar en una empresa que fabricaba componentes de automóvil, concretamente para la casa Ford.
¿Cuándo regresa a su tierra alicantina, concretamente a la capital?
En 1960, entrando a trabajar en la empresa Cerámica Borja. Fue esa época en que
dejé aparcado el dibujo y la pintura, aunque por poco tiempo, ya que conocí a Pepe Mas Javaloyes, para mí uno de los mejores acuarelistas que ha tenido Alicante. Pepe y yo salíamos los sábados a pintar el paisaje alicantino. Creo que llegamos a pintar toda la provincia o, al menos cualquier rincón interesante de mirar.
También por esa época llegué a pintar, por encargo del Obispado, varias espadañas (campanarios) de diferentes iglesias de la provincia.
¿Cuál fue su época de mayor producción pictórica?
Sin duda la que abarca los años 1990 a 1993 en que mantuve un concierto con El Corte Inglés para la venta de mis cuadros, todos ellos de temática alicantina por exigencia de esa Entidad, alcanzando mis obras una elevada cotización a la vez que me procuraban un reconocimiento como pintor.
Al morir mi esposa me fui a vivir a Calpe y a Almudaina donde pinté sin parar, celebrando varias exposiciones.
¿Cuál ha sido su vinculación con el mundo del arte alicantino de su tiempo?
En 1997 fui nombrado Presidente de la Asociación de Pintores Amigos de Gabriel Miró, consiguiendo la recuperación de esa bellísima zona de la capital alicantina para la pintura. También he pertenecido a la Asociación de Artistas Alicantinos, con la que he participado en exposiciones colectivas.
A propósito de exposiciones y destino actual de sus obras…
He celebrado 12 exposiciones individuales y unas 60 colectivas con la Asociación de Artistas Alicantinos y la Asociación de Artistas Amigos de Gabriel Miró. También he participado en muestras organizadas por otras asociaciones culturales.
En cuanto al destino actual de mis obras, las hay en el Museo de Calpe, Almudaina (Ayuntamiento y Casa de Cultura), Planes de la Baronía, Miami, Alicante, etc., tanto en colecciones privadas como en centros oficiales.
¿Cuál ha sido o es la proyección actual de su obra?
Aunque siempre he tratado de evitar certámenes y muestras he ganado algunos importantes premios, varios de ellos de carteles publicitarios. Entre estos últimos destacaría el de la Trobada Mundial de Peñas Barcelonistas de Santa Pola, patrocinada por el Barcelona Club de Fútbol, del que se editaron 10.000 ejemplares que fueron distribuidos por todo el mundo. En los años 2004 y 2005 fui seleccionado por la Concejalía de Turismo de El Campello para impartir clases de acuarela a pintores y estudiantes de Bellas Artes, habiendo recibido mis enseñanzas varias decenas de alumnos en esos años.
Con anterioridad a las fechas citadas, la Diputación de Alicante editó para su venta 300 carpetas individualizadas con acuarelas de mi producción, teniendo como tema la plaza de Gabriel Miró.
¿Por qué su dedicación a la acuarela y a la plumilla, técnica ésta última en la que se le reconoce como un auténtico maestro, habiendo realizado más de 60 obras originales?
Mis comienzos, tras el dibujo, fueron con óleos, pero al no soportar mi esposa los vapores de los aceites, a causa de una afección respiratoria, tuve que derivar a la acuarela, llegando a producir más de 600 cuadros.
Más tarde conocí a Luis Nieto , excelente dibujante de quien aprendí el manejo de la plumilla, descubriendo por mí mismo algunos trucos para esa técnica. Hoy, sin embargo, la plumilla ha sido superada por los Rotring pigment liner , siendo los que más utilizo los números 2 al 8.
Por último ¿cuáles son sus grandes nombres-genios de la pintura?
Le responderé según el orden de mis preferencias: Goya, Velázquez, Mariano Fortuny, Sorolla, Gauguin y Van Gogh. Así, sin distinción de estilos, técnicas ni épocas, porque la pintura es universal y eterna.