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Entre pitas, esparto y chumberas

Meria Albari (Antonio Tortosa Sánchez)

España



 

 Entre pitas, esparto y chumberas. Mi tierra 

 Es de madrugada. En la calle debe de hacer frio porque los cristales de las ventanas están empañados. No consigo concentrarme en el trabajo que estoy haciendo; mi imaginación me lleva a otros sitios. Me lleva a mi desierto almeriense y a su música. No , no estoy loco, he dicho bien "a su música". Si, este desierto canta, canta nanas al sol y guajiras a la luna. Con cada atardecer y su noche, con cada amanecer y su día, nos regala sus canciones y solo pide que cerremos los ojos y dejemos que nos arrope, grano a grano, en una cuna de esparto entre las pitas y las chumberas. No hay que tener miedo, no nos pincharemos, parecerá que dormimos en el mejor de los lechos.

 Si, me gustaría estar ahora allí y leerte unos versos que, casi por casualidad, han llegado a mis manos. Son versos sencillos, simples, desnudos de artificio pero, ¡tan bellos! que quisiera que los guardases entre tus dunas. Son versos que han brotado de lo más profundo de un corazón joven, llenos de ternura, de amor. Versos que me han devuelto a mis años de colegial, a mis primeras escapadas a la luz de la luna, a mi primer amor de adolescente.

 Cuantos recuerdos me han traído, algunos que no sabía que los tenia y otros que creía perdidos. Recuerdos alegres y, también, amargos y tristes.

  He vuelto a sentir la brisa del mar, el susurro de las olas y el canto de las gaviotas. He recordado mis baños a la luz de la luna, y he vuelto a sentir la arena en mi piel desnuda. He vuelto a contar estrellas y a soñar con Ítaca.

 Y he llorado; si, he llorado recordando algunas cosas que he dejado tras de mí: la perdida de mis abuelos; la muerte de mi mejor amigo, matado por una bala, por atreverse a gritar ¡libertad!; mi primera cita, mi primer concierto y el primer beso...

 Por un momento he vuelto a ser Peter Pan, el Jabato y el Capitán Trueno. Me he paseado con Jasón y he jugado con Telémaco.

 Ha sido un despertar de tantos y variados sentimientos que ha hecho que me desnude, que rebusque entre la hojarasca de los recuerdos, y renazca de nuevo.

 . Gracias poeta desconocido, gracias mil, por hacerme sentir vivo. y haberme llevado aunque haya sido en sueños, a este desierto mío que quiero que también sea tuyo. A esta tierra almeriense, árida, seca, pero llena de cantos de caracolas, de luz, de azules, ocres, amarillos y sienas. Tierra de pitas, esparto y chumberas. Tierra de hombres curtidos por el sol y mujeres zalameras. Tierra para perderse. Mi tierra. 

  Meria Albari

   Baza, 15, noviembre, 2010

Este artículo tiene © del autor.

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