El pequeño feudo hallábase situado en algún sitio entre San Gall y Tours. Por estas últimas décadas del siglo XII, el Emperador Federico I el enobarbo, habÃa emprendido una cruzada hacia el Oriente. Dos años atrás en 1187, Saladino lanzó un funesto ataque contra la Jerusalén cristiana logrando derrotar a los templarios.El caballero VÃctor de Rothendam, señor de las tierras donde tiene lugar nuestro relato habÃa seguido al Emperador Federico, del Sacro Imperio Romano-Germano.
Pestis quae dicitur bubonica._ dijo el doctor, tras examinar el cuerpo febril de la niña.
_¡Dios mÃo! ¡VÃctor! ¿Dónde estabas? _exclamó la madre de la enferma al oÃr aquellas terribles palabras _Hijita, sé fuerte, estoy segura de que tu padre pronto vendrá. ¡Dos dÃas hace que enviamos el mensaje, y aún no hay respuesta!
El aposento era iluminado por un brasero de plata que pendÃa en la pared. Una vez que la esposa del caballero VÃctor llamara aparte al médico, dÃjole:
_Querido doctor Reinaldo, ¿Crees vos que se pueda hacer algo?
_Señora, Demócrito libró a toda una comarca de la epidemia de peste prendiendo hogueras por doquier, más... yo... no soy Demócrito.
_Entonces... no hay esperanzas... _la mujer temblaba de pena y luego se retiró a un rincón de la habitación a llorar...
El buen Platón hablaba de las ideas, los moldes originales de las cosas, lo que nos hace saber que algo es ese algo; por ejemplo la idea de un caballo es aquello que nos dice que un caballo es tal, asà tenga la forma que tenga, siempre será un caballo.
Existe también una idea de la realidad. Está la realidad primaria y la realidad secundaria, mala copia de la primera, sin embargo, ¿cuál es la verdadera? y como en los espejos las cosas suelen invertirse.
La humilde cabaña se levantaba sobre la montaña. En su exterior, una niña se lamentaba por la muerte, debido a la influenza, de su madre.