Isla Negra ¼
Casa virtual de poesÃa y literaturas.
Suscripción gratuita.
Luján. Buenos Aires, Argentina.
Dirección: Gabriel Impaglione. mayo 04.
C.E: poesia@argentina.com
(este es un extracto para la web realizado por Marié Rojas; para leer la revista completa o suscribirse, escribir al director).
-----------
"Si me preguntan cuál es la palabra más bella, diré que es Patria; y si me preguntan por otra, casi tan bella como Patria, diré Amistad." (José MartÃ)
Jorge Ariel Madrazo
El poeta
El poeta
acecha la palabra
la mujer preñada
en calurosa
noche
( no se agita
una hoja )
La mujer,
la palabra insomne,
se desangró por sus trágicos
ojos
olvidó
su cita
con el Viento
Buenos Aires
De: "Espejos y destierros" Ediciones Botella al mar,
Caracas - Buenos Aires 1980 - 1982
Jorge Meretta
Salir no es irse
Salir no es irse
porque siempre es adentro
y condecora la antigüedad de celda:
prisión
del otro irse a otro afuera
de esa pared. Y en la pared
el clavo.
De "ávese". Libros de Tierra Firme. 2003.
Jorge Meretta, Montevideo.
Olga Orozco
Cuento de invierno
Nadie me desmintió la primavera, ni el ardor de las ascuas, ni el oro de la fiesta.
Pero hace muchos años que habito en esta choza en medio del bosque,
donde las ramas hablan sin motivo, los silencios son crueles y en los sueños más bellos se cobijan los lobos.
Tal vez sea la casa de la bruja, o quizás la posada de las ánimas.
No lo sé; lo he olvidado como se olvida uno las luces y las sombras de costumbre, o acaso me confunda con el rincón para las penitencias o con el apeadero de los vientos.
Aquà los dÃas tiemblan, tormentosos, porque les temen a las noches;
nunca se asoma el sol, siempre acosado por los largos colmillos del invierno, y todo cuanto amé se disolvió en las nubes o me fue arrebatado por unas alas pálidas que llegan y se van y en cuyas duras plumas se guarece tal vez la eternidad.
¿Cómo llegué a esta cueva sin calor y sin misericordia?
No he dejado guijarros ni migajas de pan como señales de luz para el regreso.
¿Y hacia dónde volver, si todos los caminos me devuelven aquÃ, como en los laberintos de los niños perdidos?
Aunque quizás no vuelva de nuevo a este lugar sólo porque algún vértigo me aspire, sino porque lo llevo adherido a mis pies, a mi propia condena.
Lo anticipó la niebla girando con mi paso en el jardÃn; lo anunciaba el reflejo de esta casa todavÃa remota en el estanque; lo confirma el chirrido de tu llave en la puerta del oxidado amanecer, cuando ya te aproximas, cuando ya me olfateas, cuando llegas.
SÃ, tú, la enemiga invisible con corazón de perro, sombra de cuervo, rastro de serpiente; la voraz que consume un poco cada dÃa esta mano que asomo a través de la jaula, a través de mi cuento, hasta el otro final
Olga Orozco, Toay ( La Pampa) Argentina.
MarÃa Gabriela Piccini
Sencillo/ Irremediable
Todo
porque sos
hombre
y son tuyos
los versos
que hoy
llevo escondidos
en mi pelo.
Porque sos
vos
quien le enseñó
a mi piel
lo que ahora
sabe.
Todo esto
es
tan sencillo
amor
como
irremediable.
Maria G. Piccini
Buenos Aires.
Roberto Juarroz
24
Darlo todo por perdido.
Allà comienza lo abierto.
Entonces cualquier paso
puede ser el primero.
O cualquier gesto logra
sumar todos los gestos.
Darlo todo por perdido
Dejar que se abran solas
las puertas que faltan.
O mejor:
dejar que no se abran.
Roberto Juarroz
Argentina.
Aymer Waldir Zuluaga Miranda
Prosa
Un corto de vista posa estar feliz y vigila las acciones de un cautivo, intentando distinguir entre opinión e imaginación. Lo observa borroso y prueba ponerse los lentes de contacto, nada mejora. Por el rigor del desencanto, sus labios hacen tropezar arrogancia y palabras que vomita en la codicia de convencer, falla. De espaldas a la inspiración, hace inventario de lo que ha decomisado al reo: un radio marca SONY, una grabadora, un cargador digital de baterÃas, una máquina de escribir, una computadora Laptop, un adaptador de cámara de video.
Adentro, el censurado tacha sofismas con invulnerable poesÃa sobre el proyecto naúfrago; viajan sus sombrÃos pasos en un dos por tres alrededor de una canaleta, pretendiendo alcanzar a la soberana conciencia que les lleva ventaja. Evoca a su amada en estaciones mientras coincide con su verdugo en que el delito de escribir es intencional y debe ser sancionado.
Aymer Waldir Zuluaga Miranda
Envigado, Colombia
Gabriel Impaglione
Digo á
de agua aire añil azares
á de adamar y de argamasa
de esencia de poema.
Digo á
de a quién o de adónde
de aquà estoy de abrazo
de acarrear ausencia
de apenas almuerzo
de ahora de
á de abordar andanterÃas.
Digo á
á de alba azul á de terrenal
América lanzando
su primera voz
de umbral de abecedario
de ave abanderada
de infinita
aurora.
Digo á de ardiente floresta,
de antigua raza
de abundante abrazo,
de adagio libertario,
asomando su ahora
de principio.
Digo á de arrebol austral
de axioma inexorable.
De áes en camino.
Y amo.
Gabriel Impaglione
Buenos Aires. De "Letrarios de Utópolis" Linajes Editores, México, 2004.
Puntos de Vista
- ¿Crees en los ángeles?
- ¿A qué viene esa pregunta? No me digas que estás ganando tiempo...
- No, es que ayer le dije a mi psiquiatra que tenÃa un ángel metido en el cuarto, aconsejándome que me tirara por la ventana.
- ¿Y...?
- Nada, ni siquiera me subió la dosis de antidepresivos o me cambió los ansiolÃticos, se limitó a decirme que yo era demasiado gordo para caber por esa ventana, que lo tuviera en cuenta la próxima vez que me pasara la idea por la mente. Creo que no estaba de buen humor, tal vez la esposa se andaba revolcando con un enfermero en la sala de al lado y él lo sabÃa, ¿a quién se le ocurre casarse con la secretaria? Pero no respondes a mi pregunta, ¿crees en los ángeles?
- ¿Y tú?
- SÃ. Obviamente, no en el angelito de la guarda que enseñan en el catecismo, no al modo cristiano del intermediario entre Dios y los hombres, ni en los nueve coros de serafines, querubines, tronos, dominaciones, potestades, virtudes... ya sabes. Más bien como poderes cósmicos, algo entre la divinidad y el ser humano, pero no con función de mensajeros o guardianes de nada. Y sigues sin contestar, luego el que estoy haciendo tiempo soy yo.
- No es fácil, son muchas teorÃas, y demasiado complicadas, primero tendrÃa que pensar en el origen de la palabra, viene del griego aggelos, mensajero, asà que me opongo a ti si por me voy por esa vÃa, aunque también me gusta el truco cristiano de usar a los ángeles como medio para degradar a las religiones politeÃstas, reduciendo a los dioses menores a meros hijos de Dios, sus súbditos, o cortesanos.
- Basta, no teorices más, esa no es una opinión, la respuesta es sà o no, ya tienes la mÃa, ahora pido la tuya.
- El mundo no se reduce a sà o no, creer y no creer son categorÃas que se funden, son sólo puntos de vista..
- ¿Soy tu amigo?
- SÃ.
- ¿Te gusta el póker?
- SÃ
- ¿Crees en los ángeles?
- No. Es definitivo.
- Asà se habla - y exponiendo las cartas -. A ver si me superas este Full House.
- Escalera de color, he vuelto a ganar.
- Oye, es todo lo que me queda de la pensión, dame un crédito hasta el domingo, para terminar el mes con cierto decoro.
- Si no quieres perder, no juegues. ¿Has oÃdo hablar de la nueva masajista que se instaló en el Barrio Chino? Tu dinero me paga un tratamiento completo - recogió los arrugados billetes, se agazapó en el borde de la ventana, desplegó sus alas y se lanzó al vacÃo, haciendo una increÃble pirueta antes de elevarse sobre los rascacielos.
Marié Rojas Tamayo
La Habana, Cuba.
Cuento premiado en el Certamen de Microrelatos hiperbreves de Igriega Movimiento Cultural Sevilla. Publicado en la antologÃa “Los vicios solitarios”.
Juan Gelman
Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el dÃa por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacÃo,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir asÃ,
bajo la lluvia, castigado por el frÃo, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mÃrame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mà y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?
de "ViolÃn y otras cuestiones"
Pablo Neruda
El poeta
Antes anduve por la vida, en medio
de un amor doloroso: antes retuve
una pequeña página de cuarzo
clavándome los ojos en la vida.
Compré bondad, estuve en el mercado
de la codicia, respiré las aguas
más sordas de la envidia, la inhumana
hostilidad de máscaras y seres.
Vivà un mundo de ciénaga marina
en que la flor, de pronto, la azucena
me devoraba en su temblor de espuma,
y donde puse el pie me resbaló mi alma
hacia las dentaduras del abismo.
Asà nació mi poesÃa, apenas
rescatada de ortigas, empuñada
sobre la soledad como un castigo,
o aportó en el jardÃn de la impudicia
su más secreta flor hasta enterrarla.
Aislado asà como el agua sombrÃa
que vive en sus profundos corredores,
corrà de mano en mano, al aislamiento
de cada ser, al odio cotidiano.
Supe que asà vivÃan, escondiendo
la mitad de los seres, como peces
de más extraño mar, y en las fangosas
inmensidades encontré la muerte.
La muerte abriendo puertas y caminos.
La muerte deslizándose en los muros."
Pablo Neruda
Chile. 1904- 1973.
En el año del centenario de su nacimiento.
"Isla Negra" no se vende ni se compra ni se alquila, es publicación gratuita que persigue el noble afán de promocionar lo mejor de nuestras literaturas y promover en los lectores la compra de libros de autores que se difunden fraternalmente en estas páginas. Isla Negra es territorio de todos quienes aman las letras. Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas. Un breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de PoesÃa. Los contenidos de esta publicación fueron leÃdos en "Isla Negra" que se emite por Radio Ciudad de Luján, FM 104.1