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ELECCIONES, PUNTO FINAL

Gary Justel

España



En un precedente artículo para La Voz de Galicia expresaba mi convicción de que, pasada la emoción de la victoria o de la derrota, después de las tomas de posición elegantes, poesía de una noche electoral, de los perdedores, no tardaríamos en asistir al retorno inevitable de la prosa cotidiana, de la emisión de opiniones mezquinas tratando de justificar lo injustificable, llegando a transgredir la frontera de lo digno y de lo medianamente inteligente y dejando traslucir el rencor y la amargura de una derrota inesperada y en ningún caso reconocida ni aceptada.
Poco o nada queda por decir sobre las razones del varapalo que ha recibido el gobierno en funciones y sus líderes Aznar y Rajoy. La sensación de libertad empieza a hacerse sentir de forma importante.

Me permitiré dos o tres observaciones para tratar de poner de una vez punto final a esta polémica postelectoral que algunos espíritus mediocres, tercos y no resignados, siguen alimentando.

Es indudable que la posición adoptada por la Administración Aznar, sobre Irak, su vasallaje a Busch, cuya sola recompensa ha sido la autorización de fumarse un puro con los pies encima de la mesa como un niño mal educado,( lo que sin duda constituyó para un politiquillo de su calibre una verdadera apoteosis), su Decretazo, su actitud de desprecio hacia el Parlamento Nacional, que hemos podido constatar en múltiples ocasiones, su Prepotencia ( el vocablo a la moda) convertida en estilo de gobierno, han deteriorado paulatinamente pero de forma inexorable la imagen del actual Ex-Presidente y de su gobierno.

El nivel deplorable de algunos de sus ministros, Castillo, Palacios, Zaplana, Trillo, Cascos y algunos más, ha contribuido de la misma forma al deterioro de la imagen de conjunto del gobierno.

A la luz de tales argumentos y gracias a la excelente campaña de la “ Fuerza Tranquila” en frente, una semana antes del 14 M, los sondeos daban un empate técnico entre los dos candidatos a la presidencia. Zapatero había conseguido reducir distancias de forma impresionante hasta tal punto que algunos medios lo daban como vencedor, cosa impensable algunas semanas antes.

La gota que ha hecho desbordar el vaso ha sido sin duda alguna la forma indigna, inmoral y sobre todo idiota por su parcialismo inadmisible, y en la que Aznar y sus ministros han confirmado su falta de envergadura política, de tratar la información sobre el 11M.

Las afirmaciones gratuitas y tendenciosas de Acebes y del mismo Aznar, las idioteces que se ha permitido de contar Zaplana, ( El Bulo), la presión sin precedentes sobre los medios de comunicación, cuando informaciones importantísimas eran ya del dominio público, la actitud de la Ministra Palacios hacia los embajadores y hacia la ONU, las apariciones de Aznar con su cara de pocos amigos y su semblante de Charlot enojado, que le dan un parecido aplastante con Chaplin en el papel del Dictador, mintiendo “ Ex catedra”, despertaron la cólera más que justificada de gente de la calle, que en un dos por tres han logrado una movilización del pueblo, que se ha propagado como un carril de pólvora en diferentes puntos de España exigiendo la verdad y poniendo de manifiesto la actitud mentirosa del gobierno.
Movilización que se ha traducido por un aumento de participación al voto, de casi 10 % del electorado. Esta es la realidad.

Debemos, sin embargo, tener en cuenta que nada de eso ha hecho cambiar de destinatario el más mínimo voto de los simpatizantes del PP, seamos claros. El resultado ha sido la movilización de un porcentaje importante de indecisos o de indiferentes que generalmente se abstienen en las distintas elecciones y que por una vez han reaccionado, lo que en ningún caso quiere decir, señora Castillo, que sean votos inválidos ni despreciables, ni robados, téngaselo por dicho.
Su reacción renegrida y amargada además de calumniosa hacia miles de españoles, pone de manifiesto una vez más y de forma clarísima que personajes de su calibre no tienen nada que hacer en un gobierno nacional ni en la escena política de un país democrático moderno. Muchos de nosotros ya lo sabíamos, en adelante, nadie podrá dudarlo..
Cualquier político, cualquier analista , medianamente avisado sabe perfectamente que los abstencionistas son por lo menos por un 80 % de izquierdas o de centro izquierdas. A la derecha se vota, los electores de derechas son mucho más disciplinados y mucho más asiduos en todas las elecciones.
No busquemos tres pies al gato. Seamos elegantes, lógicos y sobre todo honrados, si no sabemos ser inteligentes ni asumir nuestra propia incapacidad. Ser tonto puede ocurrir en las mejores familias.
 
Dejemos por tanto a los zaplana, castillo o mantilla ( con minúscula los tres, no merecen más) la polémica rastrera y mezquina, que los sitúa a su justo nivel.
Saludemos en cambio la elegancia de un Rajoy vencido y su dignidad en la derrota. Su tono de duro y de autoritario en los últimos días de campaña no le cuajaba por que en realidad es un Señor. Simplemente la situación le ha obligado a dar a sus forofos la misma imagen que su jefe, con la diferencia de que a él no le sienta bien el tono de dictadorcillo que va tan bien a Aznar.
Un consejo para él, Mariano Rajoy, a quien por muchas razones profeso una sincera estima, ideas políticas aparte. “Guárdame de mis amigos que de mis enemigos me encargo yo” Este deberá ser tu lema en adelante, querido Mariano. En buen gallego y en hombre sensato, sigue siendo tú mismo y no te dejes embarcar en aventuras suicidas, basadas en el rencor y en el despecho de muchos de tus correligionarios políticos, que contaban, a tu sombra, sacar provecho personal de la nueva situación que preveían.
Saber perder es mucho más importante que no saber ganar. Hace escasos minutos he escuchado en TVE a Acebes y Zaplana insistir en una seudo-demostración de inocencia que no se creen ni ellos mismos.

 Es francamente lamentable y eso demuestra que la Derecha, pues es la derecha con numerosos matices de Ultraderecha, la vieja derecha reaccionaria, autoritaria de Alianza Popular que habla, no dará jamás su brazo a torcer. Por esta razón creo que debemos dejar, como en el Evangelio, “ que los muertos entierren a sus muertos” y mirar hacia delante, escuchando la voz del pueblo y pensando sola y exclusivamente en el interés de España.

Espero haber podido poner aquí punto final a toda polémica post-electoral para poder interesarnos al futuro con el espíritu sereno y el entusiasmo necesario, pues queda mucho por hacer y el Partido Socialista a las órdenes de su indiscutible jefe de fila José Luis Rodríguez Zapatero y mediante un diálogo permanente con las diferentes fuerzas políticas, lo va a hacer con éxito.

Zapatero, le llamaremos así para simplificar las cosas, como me decía ayer un colega francés, en pena de pronunciar el Rodríguez. Sapateró, como dicen ellos, es la suerte de España y con toda seguridad el Hombre de la situación. En los medios políticos franceses se empieza a hacer conjeturas sobre quién podrá ser el Zapatero francés.
Por otra parte tendrá pocas o ninguna ocasión de hacer de Rodríguez, aprovechemos la ocasión de hacer un poco de humor en medio de tanta seriedad.

Su destino será, sin duda alguna, brillante y nosotros lo creemos a pies juntillas.
Un político de primer orden debe reunir varias cualidades esenciales y Zapatero las reúne todas.
Tiene carisma, como lo tenía Suárez, como lo tenía Felipe González, como no lo tenía Almuña ni Calvo Sotelo, como no lo tenía Aznar y como no lo tiene Rajoy. El carisma , como el cariño, ni se compra ni se vende.
Es joven, bien parecido, tiene lo que los franceses y sobre todo las francesas llaman “ Gueule d’amour” a la Jean Gabin. Eso tampoco se compra ni se vende.
Tiene lo que llamamos en España “ Talante”, en francés “allure”, estilo y sobretodo lo que me hace compararle a nuestro desaparecido Presidente François Mitterrand, la Tranquilidad. “Vísteme despacio que tengo prisa”. Mitterrand había adoptado como divisa de campaña “ La force tranquille”. Zapatero habla de cambio tranquilo. Su imagen es “rassurante” da confianza, no es ni mucho menos el Ogro de izquierdas que algunos tratan de pintar. En una palabra tiene Envergadura y lo ha demostrado, para dar y tomar.

Y lo que no perjudica en nada en el asunto es que tiene además un equipo de calidad, con hombres cabales, preparados y decididos. Su fiel lugarteniente, nuestro paisano Jesús Caldera ha hecho notar en el programa de los Desayunos de TVE que en muchas ocasiones en el Parlamento se han sentido despreciados, humillados. Lo conozco suficientemente para esperar que su respuesta, la respuesta del nuevo gobierno será devolverles la moneda, con la elegancia y la capacidad que todos le conocemos.

Sin ninguna duda el tono posado del Señor Rubalcaba, la más exacta expresión de la verdadera “ Force Tranquille”, será el estilo que conviene frente al desprecio que hemos constatado en un pasado reciente de la parte del PP. El nuevo estilo, elegante, educado, conciliador no deberá excluir la firmeza en la expresión y permitirá en cada ocasión “leer la cartilla” a cada uno que lo necesite.

Zapatero ha expresado siempre y de forma muy clara su desacuerdo con la guerra de Irak y con la participación ciega e incondicional de España. Antes y a lo largo de su campaña ha anunciado sin matices, su intención de retirar las tropas españolas de Irak. Ninguna sorpresa a ese respecto, todo mundo lo sabe.

Zapatero tiene la obligación y ha anunciado de la manera más clara su intención, de restablecer nuevas relaciones de amistad con Europa. Europa es el porvenir de nuestro país y es lamentable que nuestros dirigentes actuales hayan podido tener una memoria tan corta. España debe en gran parte a Europa su situación económica interesante actual, no lo podemos olvidar

Europa, América Latina, El Mediterráneo, lo ha dejado claro. No hay otra alternativa, sin que esta posición sea en absoluto un obstáculo para guardar excelentes relaciones con EE.UU. Pero lo que nadie de medianamente lógico y advertido en política internacional puede admitir es el verdadero vasallaje actual de España a otro país, por muy potente que éste sea. Las relaciones internacionales deben estar basadas en el respeto mutuo entre naciones.
Hoy por hoy, tal no es el caso entre EE.UU. y España. Si alguien lo duda, es porque no ha comprendido de la misa la media.
Cuando Zapatero habla del Mediterráneo, debemos comprender que desea establecer o restablecer relaciones amistosas, claras y leales, entre otros, con el Mundo Árabe.
Relaciones que deben suponer el respeto mutuo y la paciencia de Occidente en lo que se refiere al desarrollo y a la evolución de los diferentes países y en el respeto si no en la comprensión de culturas muy diferentes de la nuestra, que no podemos ni debemos tratar de borrar ni de corregir según nuestro modelo.

El mejor ejemplo, Irak. Hemos intervenido en Irak con pretextos falaciosos y hoy constatamos que el remedio es peor que la enfermedad. Saddam era un dictador, nadie lo duda, pero acaso ignoramos que el resultado previsible y casi cierto de una consulta electoral en Irak no será otro que la Iranización del país, dicho de otra manera, que habremos cambiado una dictadura laica por una dictadura religiosa e integrista que a corto plazo será aún más peligrosa para Occidente y no hará mejorar en nada en materia de democracia ni de respeto de los derechos humanos la suerte del pueblo Iraquí?

Los norteamericanos no han sabido nunca terminar ni ganar una guerra por que consideran en general cada conflicto como un mercado. La solución en Irak como en la mayor parte de los conflictos internacionales no es la guerra. Debemos encontrar también en ese dominio la “ Nueva Vía”

Dicho esto, el gran destino de Zapatero deberá ser, a mi entender, la solución del conflicto Israelo-Palestino. De marzo a diciembre tendrá el tiempo necesario para realizar su “Mise en place”. En diciembre, EE.UU. tendrá nuevo presidente, muy probablemente de color político diferente del actual. Será el momento para Zapatero de supeditar las buenas relaciones con EE.UU. a la reanudación de negociaciones serias y determinadas sobre el conflicto Israelo-Palestino, hasta conseguir la solución definitiva de ese problema que es el origen del actual desorden mundial y de las malas relaciones de Occidente con el Mundo Árabe.
 En toda lógica un presidente americano nuevo y progresista tendrá interés en volver a considerar este problema. Zapatero debe preparar esta eventualidad. Una cooperación del antiguo presidente Clinton puede hacer parte de tal plan. Una excelente base de negociación, los resultados de los encuentros de Ginebra de hace pocos meses. La intervención planeada, argumentada y firme en este asunto hará de nuestro presidente una de las figuras más relevantes sobre la escena internacional y será un excelente medio de preparar su reelección en 2008.

Este artculo tiene del autor.

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