En el limbo de la historia, se encuentran desdibujados los trazos que dejó alguna vez una patria utópica. Una patria que se levantaba como una contraposición al espacio tiempo de las realidades del hombre de esa época. Era el Paraguay de antes, el Paraguay que engendró al Mariscal Francisco Solano López.
En López uno encuentra la representación máxima de los hombres de esa antigua patria y el dirigente supremo que la acompañó en su momento de infortunio apocalíptico, alcanzando él, (...)