Cuando el Hada le vio correr y retozar por la habitación, listo, y alegre como un pajarillo escapado de la jaula, le dijo: ¿De modo que mi medicina te ha sentado muy bien?
Pinocho Carlo Collodi
El hombre no podÃa caminar porque, de pronto, sus zapatos le pesaban mucho, como si fueran de hierro fundido. Por caroso confortables que fueran, no lograba dar un paso, a pesar de que querÃa comenzar la búsqueda de un baúl lleno de valiosos documentos de sus antepasados, sueño largo (...)