Había una vez un rey que tenía tres hijas y quiso saber cuál de las tres lo quería más. Un día le preguntó a la mayor:
- Hija mía, ¿tú cuánto me quieres?
-¡Ay!, padre, yo más que al aceite.
Y el rey quedó satisfecho con la respuesta.
Luego se dirigió a la segunda y le preguntó lo mismo y la hija le contestó:
- Yo te quiero más que ¡al mismo pan!
El rey quedó contento también con esta respuesta y cuando fue a preguntarle a la hija pequeña, ella le contestó:
- Yo te (...)