Cuento breve
Infantil
—Cuando era chiquita me soñaba una casa —dice la mujer—. Que era una casa. Que yo era una casa en cuyas tejas los pájaros y las palomas no sabían asentarse. Se desprendían, resbalaban, no sé; alguno no levantó vuelo y se estrelló. Y se murió en mi jardín, entre las flores, entre los carteles que explicaban la procedencia de esas flores vistosas, con tanto amarillo y negro, tan desesperadas. Se murió en mi jardín, uno. Y nadie lo enterraba. Era (...)