El Vidente de Patmos, observando los hechos, revela el verdadero sentido de las persecuciones de la iglesia en el decurso de la historia.
«Yo, Juan, vi a otro ángel que subÃa del oriente llevando el sello de Dios Vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar la tierra y el mar, diciéndoles: No dañéis la tierra ni el mar, ni los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios.
Oà también el número de los marcados, ciento (...)