A los que partieron…, y velan nuestra llegada.
Todo fue muy extraño aquella tarde.
Y a medianoche de ese dÃa tan particular, cuando su ciudad, a la vuelta del mundo, estuviera festejando el ingreso al año que darÃa comienzo a un nuevo siglo, avanzado ya un nuevo milenio, seguramente, y, más allá de los sueños y espejismos tejidos desde niño en torno a su mágica cifra, sólo estarÃa pensando en ella.
Sólo en ella.
HabÃa dado sus espaldas al nombre (...)