Tercer Canto del Siervo de Yahvé
El Señor Dios me ha abierto el oÃdo; y yo no me he rebelado ni me he echado atrás. Ofrecà la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso ofrecà el rostro como pedernal y sé que no quedaré avergonzado (Is 50,4-7).
El “LIBRO DE LA CONSOLACIÓN” atribuido al Segundo IsaÃas, forma la (...)