A los amigos del alma, "Don" E. A. Pesante y "Don" Al. Lamotte, in memoriam...
Al principio todo pareció confuso. Pero estaba vivo, realmente vivo. Conté los dedos de mis manos y había cinco en cada una. Puse un dedo en cada día del almanaque, y coincidieron... de lunes a viernes. Más sábado y domingo, perfecto. Siete días, una semana. Completa. De ida y vuelta. Y hoy era domingo... Y pensaba transgredirlo hasta la madrugada del...
No todo estaba mal. (...)