La comunidad internacional no debe hacerse cómplice de esa estrategia de olvido y perdón a los crÃmenes perpetrados, debe mantener la posición que ha tomado después del Golpe de Estado: condenarlo, exigir la restitución del orden democrático y constitucional, no-reconocer el gobierno ilegÃtimo, mantener las sanciones contra el mismo, exigir el esclarecimiento de las violaciones de derechos humanos, contribuir a la protección de las defensoras y defensores de derechos humanos, de las y los integrantes del movimiento de la resistencia, e insistir en el respeto a la libertad de expresión y la protección de los medios de comunicación y de todas y todos quienes han sido vÃctimas de la represión.