Hafida se rebela ante la idea de irse a vivir a Europa con su familia. Ella no quiere cambiar su pueblo por ningún otro, porque está segura de que ningún otro se le puede comparar.
Y mientras en su casa sólo se habla de emigrar, ella busca la forma de quedarse allà y se pregunta a quién podrá recurrir para que la ayude... ¿Acaso a la Guardiana de las Tradiciones? ¿O tal vez a Tahar el Hechicero, el que tiene un bazar en el zoco y vende hierbas y prepara ungüentos contra todos los males?
Hafida emprende un largo camino de pseadillas y sueños.