Es muy peligroso quedarse sin historia. "Un pueblo sin pasado es un pueblo sin identidad", se ha dicho; siempre será necesario el pasado, para vivir con rectitud y corregir errores; aunque pueda resultar irritante y ofensivo, con la aniquilación del pasado, no se construye el futuro, sino asumiendo sus frutos positivos y eliminando su aporte negativo; no es bueno anclarse en el pasado sino lanzarse al futuro. El recuerdo del pasado es prenda de algo nuevo que ya está brotando; y (...)