España, con su historia a cuestas, es la nación más antigua de Europa. Fue la Hispania Romana, con su división Citerior y Ulterior, la que comenzó a tener cierta conformidad nacional; la romanización la uniformó en el plano cultural e incluso étnico, sin llegar aún a ser una nación, hablando en términos políticos; España se constituye en nación política, en el momento en que el estamento godo se españoliza y, dejando el hábito de sus emigraciones, se asienta definitivamente en la (...)