¡Qué lastima de democracia! Es una palabra en su concepción tan sobada y maltratada, que casi llega a diluirse. Cualquier petimetre, procedente de las respectivas dictaduras fascistas y marxistas, cambiándose la chaqueta a tenor de los nuevos aires de los tiempos, se apresura a proclamarse “demócrata de toda la vida”; de toda la vida del dictador, se supone que quiere decir, que es lo que mamó y conoció. El término democracia proviene de los vocablos griegos (...)