III
Ya decÃa San AgustÃn
Que lo que amo ya lo amaba,
Que lo que amo está en ti, mujer,
Camino que me lleva al cielo o al infierno,
Como tu quieras.
Ojala! Espero lo primero,
Pues lo primero me saciará en rosas,
En rosas nacidas en botón.
Pero sà me dieres lo segundo,
Por te amar como hombre, no recuso, no!
Por te amar como hombre,
Cada caricia, cada gesto de cariño,
Me revelarÃa tu verdad;
La verdad de quien vive la vida
Como sà estuviese apasionado.
Apasionado quiero te ver esta noche
De caricias, te confeso, te podrÃa en los brazos
Y ostentarÃa mi corazón
Que no para de sangrar,
Que escurre gota a gota sin cesar.
¿Hasta cuándo te amaré solo?
¿Hasta cuándo serás sola mÃa?
Envidio cada paso tuyo.
Envidio tu pasado,
El pasado cuando aún no eras mÃa.
Ay, amor! Como pájaro de arribación,
Me haces sufrir
Mucho antes de la iniciación,
Mucho antes de la palabra adiós.
TodavÃa yo no culpo tu modo de ser.
Culpo antes mi incapacidad
De no ser fuerte y de te amar hasta lo fin;
De te amar como hombre realmente viril,
Pero sà con esas letras de poeta;
De poeta que te ama sin saber.