PUERTA CERRADA
Raída incertidumbre del madero de mi cruz.
Si no lleva candados:
¿ Por qué no arranco de cuajo estos clavos
que mi mano atrapan?
Si nadie escucha el clamor de mi pecho:
¿ Por qué insisto en sangrar las venas del alma?
Si en vano intento encerrar la verdad del viento
en un abrazo solitario entre las sombras.
¿Por qué no dejo en libertad el alegre batir de mis alas
y les abro las puertas desde adentro de mi ser?
Expandiré una luz tan grande que reverdeceré la hierba
y soltaré a volar a la calandria que habita en mí.
Xenia Mora